Las clases en la escuela ISI Tokyo para mi nivel eran por el mediodía tarde, empezábamos a la 1 del mediodía hasta las 5 de la tarde, de lunes a viernes. Cada 50 minutos podíamos salir de la clase con lo que muchos aprovechaban para hacer el cigarro o para comer algo. Normalmente durante parte de la primera hora solíamos hacer un poco de repaso sobre lo aprendido el día anterior y luego dedicábamos el resto a avanzar en el tema que tocaba, la ultima hora la dedicábamos a la escritura, empezamos repasando hiragana y katakana las dos primeras semanas, luego ya pasamos a los temidos kanjis.
Las clases eran completamente en japonés, y aun que pueda parecer algo “chungo” la verdad es que de esta forma se aprende mucho más. Las clases eran muy dinámicas, los profesores nos preguntaban a menudo y teníamos que hacer ejercicios en grupo hablando japonés o bien saliendo a la pizarra. Los profesores tenían mucha paciencia y si no entendías alguna cosa te lo volvían a explicar las veces que hiciera falta, y si aun así no podían hacerse entender sacaban su diccionario electrónico y lo intentaban explicar en ingles.
Mi clase
La última hora siempre era la más tranquila a pesar de que siempre la empezábamos con un examen de kanjis, ya que cada día aprendíamos 5 kanjis que se iban sumando a los ya aprendidos. A pesar de eso después del examen y de escuchar las explicaciones del profesor la hora se volvía más práctica. En ese momento los chinos se hacían los profesores ya que ellos son los reyes de los kanjis, algunos debatían con los profesores entre las lecturas de esos kanjis en chino y incluso algún día nos explicaban, profesor incluido, el origen del algún kanji. Durante mi segunda estancia había un chino que solía echarse una siesta durante la hora de los kanjis, algo que los profesores toleraban levemente.
Y es que como ya os comente en uno de estos posts la primera charla que nos ofrecieron en la escuela fue bastante amenazante pero luego me di cuenta de que toleraban demasiado.En la escuela reinaba el buen rollo y algunos de los alumnos con mas “cara” lo aprovechaban de mala manera.
Takagi Sensei y yo
De los profesores que tuve cabe destacar a el profesor Takagi o Takagi Sensei como se le había de llamar.Era un profesor que disfrutaba explicando, aunque lo que mas sorprendía era como se intentaba relacionar con los alumnos. Siempre que veía algún alumno en la zona de fumadores o bien en la sala de estar se solía acercar y intercambiar varias palabras con ellos.Esto lo hacia para que de esta forma siguiéramos practicando japones y de paso charlar un poco. Fueron varias charlas que tuve con el, siempre solía preguntarme sobre Barcelona ya que tenia mucho interés (como no) en Gaudi y la Sagrada Familia. Hubo un día que le di unos descuentos para un restaurante español y me pidió que le recomendara que comer. A la semana siguiente me explico como le había ido y como le había gustado.
Continuara