Las claves de un buen eslogan político

Publicado el 08 octubre 2021 por Ramón Ramón Ramón @ramonramon

Un buen eslogan político resulta imprescindible para el éxito de una campaña electora l. Aunque sin duda hay muchos otros factores que considerar, los lemas electorales son capaces de volver realmente memorable el momento o a la candidatura que representan.

Los orígenes del eslogan se sitúan en los tiempos del emperador Constantino, mucho antes de su conocido valor publicitario o electoral. Empleados como gritos de guerra y enunciados que conferían un empuje especial a los soldados en batalla, posteriormente el mundo de la publicidad y la propaganda se mostró como una rica fuente para crear opciones eficaces.

Pero sin duda su uso en la política marcó un hito significativo, al punto de considerarse parte de la imagen del candidato o candidata y su organización. Hoy día las batallas políticas se libran en muchos terrenos, siendo el poder de convocatoria y propaganda uno de ellos. Para crearlos de forma exitosa, es indispensable reconocer las claves de un buen eslogan político.

¿Cómo reconocer un buen eslogan político?

Un eslogan político es una estrategia muy conocida y es usada por la gran mayoría de los aspirantes a elecciones. A pesar de que el éxito no está garantizado con éste, sí es frecuente que los candidatos ganadores tomen medidas excepcionales al seleccionarlo. Coincidiendo en las siguientes características:

Describen al candidato o candidata

Se aprovechan las cualidades, fortalezas y valores que definen y diferencian al candidato o su propuesta electoral del resto. El lema electoral o eslogan describe las características más humanas del candidato o candidata, y busca crear afinidad e identificación con los electores. Atributos como juventud, liderazgo, honestidad, esperanza o capacidad son recomendables dentro de un buen eslogan político.

Simple, conciso y memorable

Para alojarse en la memoria de los electores, un buen eslogan político debe ser corto, sencillo y directo. Una frase con pocas palabras, en la que se eviten promesas o se señalen parcialidades y que no admitan ambigüedad.

Deben tener un significado real para los votantes, y de ser posible, incorporar pronombres en primera persona que incluyan a los electores como parte del movimiento político (lo llamamos el elemento inclusivo del eslogan). Así se aumenta el impacto directo en su conducta y disminuyen las probabilidades de rechazo.

Invitan a la acción

Esto depende en gran medida del contexto o de las necesidades electorales que se persiguen. Cuando se busca disminuir la abstención, captar el voto joven o revertir tendencias de gobierno este elemento se concreta en el uso de verbos. De otro lado, un eslogan político realmente bueno es capaz de incidir en las emociones del votante y conmoverlo a la acción política mediante su voto, con la adhesión al candidato.

Incitar una nueva conducta y dirigirla hacia una acción que pueda satisfacer sus necesidades como ciudadano, votar por un cambio, escribir una nueva historia política o marcar una diferencia son claros ejemplos del simbolismo que puede aportar un eslogan.

Dan importancia al elector

En definitiva, ningún candidato electoral alcanzará el poder si no tiene de su lado a los que eligen. Por eso, un eslogan político realza la importancia de los votantes dentro del proceso. Dejan claro que son ellos los que deciden y los responsables del destino electoral.

Ese poder de decisión es reforzado por una frase positiva y que despierte emociones. Están referidas a acciones trascendentales que los electores estén orgullosos de ejercer, y por las cuales, están dispuestos a seleccionar a la candidatura que la representa.

¿Cómo crear un buen eslogan político?

Adicional al profundo análisis que puede existir en torno a este recurso, hay aspectos que no deben obviarse para crear un buen eslogan:

Reflejar el contexto actual y el esperado

Tomar en consideración los hechos que ocurren en el momento y el panorama deseado. Periodos de bonanza o crisis económicas, políticas o sociales, discusiones sobre leyes, conflictos armados o nuevas oportunidades nos indican una dirección clara hacia donde el candidato espera conducirlos.

Entre las claves de un buen eslogan esta se destaca porque identifica una necesidad colectiva. Plantea una posibilidad optimista de alcanzarla en un futuro cercano. Además incorpora elementos simbólicos con los cuales cada uno de los electores se puede identificar.

Condensar la estrategia de campaña

Los motivos reales que conllevan a una persona a presentarse como candidato deben poder plasmarse en un buen eslogan político, bien sea enfocándose en procesos de cambio o continuar con un plan de gobierno.

Cualquiera que sea la estrategia, el elector tendrá claro cuál es el mensaje. Éste estará en consonancia con los intereses de los ciudadanos, la organización política y también de los valores democráticos y sociales.

Evitar ideologías o parcialidades

Alguien que espera ser elegido, cumplirá sus funciones para cada uno de los ciudadanos y no para una parcialidad social, política, religiosa. Por lo tanto, el mensaje de un buen eslogan político no debe identificarse con un sector en particular. Buscar la centralidad, el consenso y ser inclusivo deben ser tres máximas en la búsqueda de un buen eslogan.

Tampoco es aceptable mostrar algún tipo de rechazo hacia ideologías o parcialidades. Después de todo, la idea es ser aceptado e incluso elegido incluso por aquellos que no comparten totalmente nuestras ideas. O al menos, demostrar que está preparado para cumplir sus labores con imparcialidad.

Determinar la intención del eslogan

Dentro de la política es necesario identificar el enfoque que tendrá la campaña. Es común utilizar las debilidades de los contrarios, las fortalezas como organización o una necesidad en particular que esté en discusión.

En este sentido, se debe buscar brindar solución a una o varias de estas intenciones a la vez. Pero es indispensable definir esa intención antes de abordar las propuestas para la campaña electoral.

Usar la creatividad y el ingenio

Apelar a la inteligencia y el sentido del humor de los electores puede ser una estrategia vencedora. Siempre que se escojan cuidadosamente las palabras y se evite herir susceptibilidades. Lo más recomendable es utilizar un lenguaje cercano, horizontal y accesible a diferentes sectores de la ciudadanía.

Además de captar la atención de los electores, se asocia con sensaciones positivas y alegres. Creando una actitud de aceptación general ante otras propuestas que surjan durante la contienda electoral. Una práctica común es utilizar frases que puedan encajar como respuesta a diferentes preguntas.

No me gustaría acabar sin precisar algunos consejos para evitar que el eslogan acabe siendo un problema para la candidatura. En primer lugar, deberemos revisar que el eslogan no haya sido utilizado en pasadas elecciones, sobre todo porque podría darse el caso que fuese usado por las candidaturas adversarias. Después, debemos asegurarnos de que el eslogan no tiene dobles sentidos o pueda ser interpretado de manera diferente por el electorado. A veces, determinadas palabras tienen sentidos variados en función de la ciudad, pueblo o país. Y por último, el eslogan se publicitará en muchos soportes físicos y digitales. De ahí que es importante validarlo en cuanto a su extensión.

Más allá de las opiniones que los tildan de generar solo un efecto propaganda que no corresponde a la realidad, los políticos exitosos son recordados a lo largo del tiempo por esas frases memorables. Por lo tanto, no hay motivos para dejar de conocer y aprovechar las claves de un buen eslogan político.

En este día...