Las plantas de interior son susceptibles de ser fuertemente atacadas por estos insectos. Las más comunes son la cochinilla H (Saissetía oleae) y las harinosas (Planococcus sp. y Pseudococcus sp.), que viven generalmente en el envés de las hojas, sobre todo en las de los heléchos.
Estas plagas se alimentan picando las hojas y muchas veces transmiten virus. Las hembras suelen colocar grandes cantidades de huevos y, por lo tanto, los ataques son muy nocivos para las plantas.
Para combatirlas hay que utilizar insecticidas de contacto, pero debe tenerse mucha precaución con ellos: conviene realizar la pulverización fuera de la casa y dejar las plantas en el exterior durante un mínimo de 4 ó 5 horas, para después volver a ingresarlar. Es recomendable utilizar insecticidas sobre la base de piretroides, que son menos tóxicos.
Otra opción consiste en usar productos de preparado casero, como purín de tabaco o de ajo y jabón disueltos en agua, que no son tóxicos, aunque su efectividad es menor y hay que repetir varias veces el tratamiento.
Se debe colocar el tabaco de dos cigarrillos por cada litro de agua en una botella oscura y dejar reposar durante una noche. Luego, se cuela el preparado y ya se puede pulverizar sobre toda la planta. Hay que aplicarlo 3 ó 4 veces cada 15 días. También sirve para combatir pulgones y hongos.