Las conchas negras están en peligro de extinción

Por Leit0s

El chef Gastón Acurio vuelve a alertar sobre el peligro de extinción del molusco y pide parar la compra y el consumo de las conchas negras ya que muchos restaurantes, elegantes y populares, lo ofrecen en sus cartas. “Por favor, no busquen, no compren, no pidan, no cocinen conchas negras, que están en peligro de extinción”. Así de enfático fue Gastón Acurio frente a una realidad que, lamentablemente, sigue reinando en los negocios de comida del país.

En sus cuentas de Twitter y Facebook, el cocinero reiteró el llamado que, en febrero pasado, hizo junto con la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) sobre el peligro de extinción del molusco cuya veda, de acuerdo con las medidas dictadas por el Ministerio de la Producción, se dio entre el 15 de febrero y el 30 de marzo de este año.
En aquella ocasión, Patricia Majluf, directora del Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Cayetano Heredia, resaltó que el deber de los consumidores y cocineros es reducir el consumo de estas especies porque “mientras exista la demanda y la presión, se seguirá extrayendo”.
El llamado, sin embargo, parece haber caído en saco roto. Mariano Valderrama, presidente de Apega, dijo ayer: “Todavía hay varios restaurantes, desde los elegantes hasta los populares, que la ofrecen dentro de sus cartas. Lo que queremos es que los locales propicien el consumo de especies abundantes, como el perico, la anchoveta, la caballa; y evitar que se concentre el consumo en otras en riesgo de extinción, como el lenguado, la chita, la corvina o los camarones”.
Indicó que su asociación busca reunirse con el Ministerio de la Producción para buscar una solución legal que evite la extracción irresponsable del producto.
“Antes, un extractor de conchas negras sacaba más de 600 conchas negras grandes en un día. Hoy apenas llega a 80 y pequeñas”, subrayó Acurio, y agregó que “lo más importante es que el comensal peruano asuma con orgullo su rol de cuidarlas [las conchas negras] no pidiéndolas ni comiéndolas”.
Fuente|ElComercio