Las consecuencias de prescindir de un Plan de Marketing para las Pymes

Publicado el 21 abril 2015 por Mglobal

En el siguiente post quiero adentrarme en un tema que lleva mucho tiempo llamando mi atención: el fracaso de los emprendedores.

Según numerosos estudios, los índices de mortalidad de las Pymes son verdaderamente altos independientemente de la economía o el país que analicemos. Estadísticamente, hablamos de que aproximadamente el 80% de las Pymes fracasan antes de cumplir los 5 años y el 90% no llega a cumplir los 10. Evidentemente, si nos preguntamos el motivo de ¿ por qué la empresas fracasan tan rápidamente? , podríamos hablar de los motivos económicos, políticos o sociales, el apoyo a las empresas prácticamente brilla por su ausencia, las líneas de financiación son pocas o inexistentes, los programas de ayuda a los emprendedores son totalmente deficiente, altos impuestos, en resumen, una serie de obstáculos que desde luego no hacen fácil tomar la decisión crucial de emprender.

En nuestro país, el emprendedor, en caso de vender su empresa, tiene que pagar el 57% de impuestos. Las ganas de emprender en un país que ilegaliza y pone freno a la innovación puede resultar muy poco atractivo, y me viene a la mente los Uber o Airbnbs.

Claro está que todas estas razones son verdaderamente importantes a la hora de lanzarse, pero pienso que muchas veces los emprendedores deciden poner en marcha proyectos o negocios si un plan, un estudio, una investigación, una previsión, en resumen, sin un Plan de Negocio o Plan de Marketing.

Podemos enumerar diferentes razones por la que una Pyme puede fracasar, una competencia voraz en el mercado, una mala previsión de ingresos y gastos (deberíamos multiplicar los costes previstos por 2 y dividir los ingresos), un equipo inexperto, no tener propiedad intelectual.

Desde mi punto de vista, el error principal de las Pymes e incluso de empresas maduras que llevan años operando en el mercado y que se ven enfrentadas a problemas derivados de una mala gestión o la presente crisis económica, es no realizar un Plan de Marketing. Las empresas deciden prescindir de esta herramienta bien por falta de tiempo, porque piensan que tiene un coste elevado y lo que más me llama la atención, por desconocimiento.

Un Plan de Marketing no es más que un documento escrito que recoge las fases que la empresa realiza como son: análisis interno de la empresa y externo del mercado, fijación de objetivos, estrategias para lograr dichos objetivos, plazos de ejecución, mecanismos de control y un plan de contingencias. Este documento es esencial para aquellas empresas que quieren hacer rentable la comercialización de sus productos o servicios y nos da una visión concreta de lo que realmente queremos hacer, cómo lo queremos hacer y qué plazo lo queremos hacer. Determina los recursos y medios que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos y es la única forma que tenemos de ver si lo estamos logrando.

Las ventajas que nos aporta un Plan de Marketing son verdaderamente importantes para nuestro negocio: nos alerta de las debilidades internas y de las amenazas del entorno, así como de nuestras fortalezas y las oportunidades que nos brinda el mercado. Esta guía nos indica por donde nos vamos a mover y genera eficacia empresarial, ya que se dirige por objetivos y cada área tiene una responsabilidad y se fijan los plazos de las tareas, nos permite evitar desviaciones detectando errores y reduciendo costes. En contra, nos disponer de un Plan de Marketing puede generar una serie de problemas que lleven nuestra idea de negocio al fracaso: utilizar los recursos disponibles de forma errónea nos puede llevar a un aumento de los costes, si un plan, la gestión de la empresa se dirige por impulsos y no estamos preparados para los problemas, podemos ajustarnos a una realidad poco objetiva del mercado, lo que sin duda nos conduce al fracaso.

Para que nos hagamos una idea, las empresas que echan a andar suelen establecer unos objetivos generales antes de realizar el Plan de Negocio, si deciden realizar un Plan de Marketing pasarán por una fase de análisis y construirán su DAFO, lo que a buen seguro les hará llegar a los objetivos reales y alcanzables. Estos objetivos podemos dividirlos en cuantitativos y cualitativos y marcarán las acciones y estrategias a llevar a cabo sobre el las 4p's del marketing mix: precio, producto, promoción y distribución. Si al final del plan no conseguimos lograr los objetivos, debemos revisar el documento, de lo contrario, deberemos elaborar uno nuevo que nos ayude a seguir creciendo.

En consultoría de marketing, la elaboración de un plan pasa por varias etapas, que se desarrollan entre seis u ocho semanas aproximadamente. Una primera etapa de análisis de la situación, que puede alargarse durante las dos primeras semanas, durante las cuales iremos dándole forma y puliendo nuestro análisis DAFO y de donde iremos estableciendo o fijando nuestros objetivos, entre la tercera y la cuarta semana e incluso la quinta decidiremos las estrategias. Durante todas estas semanas hemos ido elaborando todo el documento hasta llegar a la sexta donde pondremos en marcha el plan y la etapa de control.

En conclusión, desde mi punto de vista, el alto porcentaje de fracaso de las Pymes se debe a una mala planificación y una posterior gestión empresarial, prescindir de un plan es sinónimo de fracaso. Debemos estar al día de las estrategias, tácticas y técnicas más avanzadas ante un mercado cada vez más exigente y cambiante.

Aquellos emprendedores que piensen de forma estratégica, sin lugar a dudas, tendrán más orientación al éxito. Lo quieran o no, directa o indirectamente todas las empresas hacen marketing, por lo que es recomendable hacerlo de manera definida, ordenada y estructurada, con el fin de no dejar cabos sueltos y evitar posibles errores.

Son muchas las razones que podríamos dar para utilizar el marketing en el día a día de nuestras empresas, en este post hemos analizado de forma general el motivo de fracaso de muchas Pymes y hemos intentado destacar la importancia de hacer las cosas con un poco de marketing y con mucho sentido común.