Una vez que se produce la dilatación del cuello uterino se empezarán a sentir contracciones suaves en período que puede ir de los 10 a 15 minutos con una duración aproximada de 20 segundos en las que las contracciones, tras una apertura del útero que en esos momentos alcanzará casi los dos centímetros, seguirán aumentando siendo cada vez más intensas.
Frecuentemente se van intensificando hasta tener contracciones cada 5 minutos con una medida de más de medio minuto hasta una dilatación que puede llegar a los cinco centímetros. Se sigue intensificando hasta las contracciones que se dan cada 3 o 4 minutos que pueden durar hasta 45 segundos y se llega a una dilatación de seis centímetros.
Después vendrían las contracciones más frecuentes y de más tiempo, empezando por las que se dan cada dos minutos con una duración de hasta 50 segundos, siendo ya una dilatación de 8 centímetros, hasta llegar a la dilatación de casi 10 centímetros en que las contracciones pueden ser de entre uno y dos minutos con una duración que ya puede llegar a los 60 segundos. En estos momentos, casi no hay tiempo para descansar entre contracción y contracción, ya que si cada minuto la contracción es de ese minuto no hay tiempo de descansar, sin embargo es en este momento en que va a llegar a los 10 centímetros de dilatación en que se empieza a expulsar el bebé del cuerpo de la madre.
El dolor va a notarse, así como las molestias, sin embargo no hay nada más satisfactorio para una madre que después de todo ese esfuerzo poder tener a su criatura entre sus brazos y poder ver finalmente cómo es. Es importante saber que estas medidas no son universales, sin embargo, son una orientación en que hay que tener en cuenta que cuanto más se acerca el parto más se intensifican las contracciones.
El proceso es duro pero el resultado merece la pena. Para no haber confusiones, si la madre durante las contracciones se mueve y paran las contracciones es que no es el momento del parto.