Las copas

Por Daniel
Hola, un articulo sobre las copas,elemento importante y a veces infravalorado.Siempre he pensado que el disfrute del vino esta en conocer estos pequeños detalles.Buen provecho.
La copa es la herramienta que sirve para presentar el vino a nuestros órganos sensoriales, es por tanto un recipiente pero sobre todo debe ser un expositor. Debe permitir a nuestros sentidos actuar en las mejores condiciones, y debe ceñirse a las exigencias de la vista, de la nariz y de la boca. Nada realza más la nobleza de un vino que la nitidez y la transparencia de un fino cristal.
La copa de beber aparece en el siglo XVII, la botella tal como la conocemos a mediados del siglo XVIII. Hasta entonces la patena, el cáliz, el pote o las tazas de diferentes materiales según la riqueza de cada uno eran los recipientes utilizados para el consumo del vino. ¿Os imagináis realizar una degustación o una cata con ellos? Algunos pensaréis que todavía en algunas regiones se sirve el vino en tazones y que tiene su encanto, es cierto pero ese agrado tiene más que ver con la cultura y la antropología que con la degustación del vino.
Existen numerosas formas y tamaños de copas para la mesa y que son diferentes de una región a otra y de una época a otra. La copa con pie, sencilla, de cristal fino, transparente, no coloreado, con paredes lisas, sin florituras ni tallas, es la ideal. Decía el enólogo francés Pierre Poupon: "Me gustan las copas que no se vean, donde el vino parezca levitar a unas cuantas pulgadas sobre el mantel". Si todavía dudáis de la importancia de un buen cristal bien fino, probad el mismo vino en una copa de este tipo y en otra de vidrio corriente y comprobad vosotros mismos la enorme diferencia.
No escojáis copas con pies gruesos o cuadrados, o con pesadas formas, y tallas con relieves. No se debe coger jamás el cuerpo de la copa con toda la mano, es un gesto antiestético y muy desmañado, debemos coger la copa siempre por el pie o por la peana utilizando los dedos pulgar e índice o bien pulgar e índice y corazón.
Las copas deben llenarse un tercio o, como mucho, dos quintos de su volumen, lo que permite darle un movimiento vivo y rotativo sin que se desborde. La parte vacía por encima del vino contiene una fina capa olorosa; llenar por completo la copa de un invitado es un error, impide apreciar a fondo el vino servido.
La limpieza de las copas debe hacerse lavándolas y enjuagándolas con agua caliente nada más utilizarlas, sin detergentes, ya que estos son el origen de malos olores. Si hay que lavarlas más a fondo se debe emplear agua con jabón que no huela.
Otro error importante tanto en establecimientos como en muchas casas es servir los vinos espumosos (cavas, champagnes, etcétera) en copas de cóctel (anchas y planas), deben servirse en copas de flauta y sino disponemos de ellas es preferible presentarlos en una buena copa de vino.
Fuente: Alfredo Rodríguez. http://heraldodesoria.es/