Una vez les pregunté si desde que antes de que nacieran sus hijos tenían algunas enseñanzas claras que darles. Aquella vez, en "El Elefante Encadenado", les hablé sobre el eliminar cadenas, las suyas, las nuestras y las de los demás, y no criar a nuestros hijos en el "no puedo".En mi caso he tenido algunas cosas mas presentes que otras, como aquello de no acostarte molesto con alguien. Solucionar las cosas antes de irte a dormir es todo un alivio para el alma, para el cuerpo y para el sueño. Siempre en la medida de lo posible pues hay problemas que necesitan su período de maduración para poder ser solucionados. Lo importante es darse cuenta de ello y no estar enfadado sino esperanzado y predispuesto a solventarlo.Pues bien, y siguiendo el mismo hilo, otra de las cosas que evito es el traer a casa los enfados. Tener un mal día o simplemente levantarse de mal humor y que la cosa no mejore, no es relevante. Llegar a casa molesto y explotar por cualquier motivo, en cambio, trae un sinfín de sucesos aparejados, como que todo el mundo termine enfadado y lo descarguen en los demás, especialmente cuando hay pequeñines en casa. Injusto, muy injusto. Un pequeñín que está absorbiendo todo lo que hay alrededor como una enseñanza, tanto lo que decimos como lo que hacemos, ellos nos están observando siempre. Las actitudes negativas son muy dañinas tengamos la edad que tengamos y es muy importante mantener un ambiente de cordialidad y familiaridad, enseñando a nuestros hijos a resolver nuestros problemas de otra manera, con mas comunicación y raciocinio. Por otro lado, no es tan difícil, a mí por ejemplo, se me cambia la cara, y el humor, en seguida en cuanto veo a mi hijo. Los niños tienen esa magia, ese don de hacernos ver y sentir el aspecto tierno, puro y dulce de las cosas. No nos equivoquemos, también tienen sus "momentos estelares", pero para eso estamos nosotros, para enseñarles cómo encauzarlos. Pero ¿cómo enseñarles a ellos si no sabemos hacer lo propio con nosotros mismos?. Todo un reto que se gana pasito a pasito y con ayuda de todos, de la familia, de la tribu. Y tú ¿tienes alguna enseñanza que estés poniendo en práctica con especial empeño?.
Una vez les pregunté si desde que antes de que nacieran sus hijos tenían algunas enseñanzas claras que darles. Aquella vez, en "El Elefante Encadenado", les hablé sobre el eliminar cadenas, las suyas, las nuestras y las de los demás, y no criar a nuestros hijos en el "no puedo".En mi caso he tenido algunas cosas mas presentes que otras, como aquello de no acostarte molesto con alguien. Solucionar las cosas antes de irte a dormir es todo un alivio para el alma, para el cuerpo y para el sueño. Siempre en la medida de lo posible pues hay problemas que necesitan su período de maduración para poder ser solucionados. Lo importante es darse cuenta de ello y no estar enfadado sino esperanzado y predispuesto a solventarlo.Pues bien, y siguiendo el mismo hilo, otra de las cosas que evito es el traer a casa los enfados. Tener un mal día o simplemente levantarse de mal humor y que la cosa no mejore, no es relevante. Llegar a casa molesto y explotar por cualquier motivo, en cambio, trae un sinfín de sucesos aparejados, como que todo el mundo termine enfadado y lo descarguen en los demás, especialmente cuando hay pequeñines en casa. Injusto, muy injusto. Un pequeñín que está absorbiendo todo lo que hay alrededor como una enseñanza, tanto lo que decimos como lo que hacemos, ellos nos están observando siempre. Las actitudes negativas son muy dañinas tengamos la edad que tengamos y es muy importante mantener un ambiente de cordialidad y familiaridad, enseñando a nuestros hijos a resolver nuestros problemas de otra manera, con mas comunicación y raciocinio. Por otro lado, no es tan difícil, a mí por ejemplo, se me cambia la cara, y el humor, en seguida en cuanto veo a mi hijo. Los niños tienen esa magia, ese don de hacernos ver y sentir el aspecto tierno, puro y dulce de las cosas. No nos equivoquemos, también tienen sus "momentos estelares", pero para eso estamos nosotros, para enseñarles cómo encauzarlos. Pero ¿cómo enseñarles a ellos si no sabemos hacer lo propio con nosotros mismos?. Todo un reto que se gana pasito a pasito y con ayuda de todos, de la familia, de la tribu. Y tú ¿tienes alguna enseñanza que estés poniendo en práctica con especial empeño?.