Con "Mujeres Desesperadas" terminando esta temporada y con "Weeds" sin saber si renovará o no, "Dexter" es, de mi trío favorito de series, la única que tiene opciones de continuar la temporada que viene. Y más teniendo en cuenta el dato que marcó el domingo pasado con el estreno de su sexta temporada. Como siempre, aviso que de aquí en adelante toca comentar el regreso de la serie, así que si no lo has visto no sigas leyendo.
Si en la cuarta temporada Dexter se nos quedó viudo, en la quinta perdió a Lumen, la única persona con la que, además de una relación de amistad (y algo más), estableció algo así como una conexión maestro-alumna. Para Lumen, Dexter no era el monstruo que aparentemente es. Pero cuando Lumen vivió en primera persona la experiencia del oscuro pasajero de Dexter, no quiso saber más del asunto y se alejó de él. Todo de muy buen rollo, pero se fue. El tiempo ha pasado, y Dexter ha vuelto a ser el mismo de siempre: el vengador que limpia las calles de Miami de los "malos" a los que la justicia deja escapar. Pero este año entra en juego algo que nunca había estado presente en la serie: la religión. Dex no cree en nada. Lo único que tiene en cuenta en su vida son una "serie de principios para no meterse en problemas". Y de momento le ha ido muy bien. Pero no es el único aspecto religioso que va a tener la temporada: "los villanos de la temporada" (Colin Hanks y Edward James Olmos), son algo así como unos fanáticos religiosos que no se andan con chiquitas y quitan los intestinos a uno para llenar su estómago con siete serpientes. Una trama que se presenta muy interesante.
Pero Dexter debería empezar a cubrirse las espaldas, porque hay detalles en la serie que empiezan a marcar un camino hacia su "final". Me explico: el año pasado Quinn y Debra estuvieron a punto de desenmascararle, y todavía no sabemos qué paso con las famosas fotos de Liddy. Y a eso sumémosle que la hermana de Ángel, que ejerce de niñera de Harrison, ya ha dejado caer que Dexter, algunas noches, sale navegar con su lancha. Y esto convencido de que este detalle será muy importante en el futuro.
Debra y Quinn siguen con su relación. Batista va a ocupar el puesto de Laguerta (o parece que será así, nunca se sabe), a la que han ascendido a Capitana. ¡Máas arribista que esta mujer no se puede ser! Y Masuka, va a jugar a "Anatomía de Grey" y se ha "comprado" unos internos a los que enseñar su buen hacer. Todo indica que nos espera una gran temporada de Dexter.