Las cuatro lecciones que aprendí de la forma difícil en mis primeros años como emprendedor

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Cuando empecé como emprendedor, tome un montón de decisiones sin saber cuáles podrían ser los resultados. Aun lo hago. Pero en aquel entonces, no tenía el mismo nivel de experiencia para guiarme.

Mirando atrás, estas fueron cuatro de las lecciones más difíciles (pero más importantes) que aprendí durante esos primeros años, cuando la curva de aprendizaje era la más empinada.

1. Ganar una gran suma de dinero no garantiza el éxito

Un gran cambio puede realmente tirarte de nuevo al fondo si no lo gestionas adecuadamente.

Cuando vendí mi primera empresa, hice lo que pensé era una pequeña fortuna. El verdadero éxito, al parecer, había llegado finalmente. Poco sabía que este dinero sería en realidad el comienzo de una serie de problemas que me llevaron a terminar con menos dinero del que tenía antes de empezar con los negocios.

Debido a que no había entendido bien lo que me había ayudado a tener esas ganancias iniciales, no fui capaz de administrarla de manera apropiada. Eso significa que no lo puse en un nuevo negocio que realmente pudiera hacer crecer.

Mirando atrás ahora, debí trabajar con un mentor o administrador de dinero para determinar la mejor manera de guardar y utilizar esos ingresos como un trampolín para hacer aún más. A veces tienes que perder lo que tienes para saber lo que realmente valía la pena.

2. Nunca temas pedir ayuda

Siendo nuevo en el marketing por Internet, tenía miedo de pedir asistencia a nadie porque lo veía como un signo de debilidad, o preocupado de que pudiera poner en peligro la marca personal que estaba tratando de construir.

Fue un error. Lo entendí mucho después, lo que hizo que me tomara mucho más tiempo poder levantarme y ponerme en marcha, porque no salí y conseguí los contactos que podrían ayudarme a trabajar en las cosas claves.

En vez de eso, opté por reinventar la rueda, y pague el precio. Hubiera ahorrado dinero y aumentado mi rentabilidad más rápidamente si hubiera buscado ayuda.

Muchos emprendedores saben que deben encontrar mentores o asesores que puedan guiarlos, pero son demasiado lentos para hacerlo. Hay un montón de personas experimentadas que pueden ayudarte a caminar a través del proceso de navegar por una nueva industria y construir un negocio desde cero.

3. No tiene que ser perfecto para que lo lances

Como muchos fundadores de startups, siempre fui un perfeccionista, así que pasé demasiado tiempo en mi primer producto, más de lo que necesitaba.

Más tarde, me di cuenta de que había perdido mucho tiempo y dinero otra vez, además de perder la oportunidad de empezar a ganar dinero mucho antes. No tenía ni idea de que a la gente no le importa si un producto es perfecto o no, o que obtener sus comentarios es la forma de aprender cómo hacerlo mejor.

En realidad, sólo necesitas tener lo suficiente del producto disponible para ayudar a tus clientes con un problema o inconveniente que están teniendo. Esa es la marca mínima que muchos emprendedores se fijan para lanzar un producto. Lo ideal sería que, al sacar el producto o servicio al mercado, puedas vencer a los posibles competidores, y eso en última instancia vale mucho más que entregar un producto "perfecto."

En realidad, sólo necesitas tener lo suficiente del producto disponible para ayudar a tus clientes con un problema o inconveniente que están teniendo.

Con mis startups posteriores, lance mis productos y los modifiqué luego; después de enganchar a los clientes con el producto inicial fue suficiente para empezar a ver beneficios.

Más tarde, las otras mejoras fueron sólo la frutilla del postre, pero para ese momento ya habíamos descubierto que podríamos darles a nuestros clientes algo que realmente querían y enfocar nuestra atención en hacer que sea aún mejor. Escuchar sus necesidades realmente cementó esas relaciones y nos ayudó a atraer nuevos usuarios.

4. No te quedes en un nicho sólo porque sea lo que sabes hacer

Desde el principio, se sentía fácil quedarnos simplemente en el marketing por Internet, ya que es donde empecé y se había convertido en mi zona de confort. El único problema era que sólo podía llevarme hasta ahí como emprendedor.

Cuando me di cuenta de que mi crecimiento estaba limitado, me di cuenta de que podía utilizar lo que sabía de ese campo y aplicarlo a cualquier otra industria que me interesara. Una vez que lo hice, realmente empecé a ganar dinero, porque me había quitado las barreras que había creado alrededor mío pensando que debería simplemente seguir con lo que era familiar.

Es muy importante la experiencia en un campo, pero puede limitarte, especialmente para los fundadores de startups. Yo no sabía mucho sobre la facturación y los negocios de pagos online antes de empezar a explorar ese espacio, pero estudié la industria y busqué en donde podría marcar la diferencia. Entonces, empecé a usar todo lo que sabía acerca del marketing por Internet para hacer crecer mi negocio en esa industria.

No es necesario restarle importancia sobre sus diferencias para darse cuenta de que en la mayoría de las industrias se aplican las mismas reglas básicas para el crecimiento y administración de una empresa. Entendí mucho después que me estaba quedado demasiado tiempo en mi zona de confort y que podía haber entrado a varias industrias antes si hubiera sabido que era posible.

La verdad es que probablemente puedas llegar a esos nichos de negocio incluso si comienzas con un conocimiento limitado de esas áreas.

En retrospectiva, hubieron algo más que estas cuatro cosas que podría haber hecho de otra manera, pero aprendí la mayoría de estas experiencias; suficientes como para poner en práctica estas lecciones en todas las empresas que emprendí desde mi primera startup. Y espero que puedan ayudarte a ahorrar un montón de dinero y empezar a tener éxito mucho antes que yo.

Publicado originalmente en Blog.Reibox.com

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