Con un guía de lujo, José María Alonso Noguerales, serrano de pro y vecino del lugar, acudimos a visitar las cuevas de Ujados, tan olvidadas como hermosas. Y todas distintas: Mingolarrio, La Puentecilla, Peñagorda, y la cueva del Tío Gorillos. De ellas hablaremos largo y tendido.
Fueron construidas por el hombre en la Alta Edad Media (desde el siglo VI hasta el siglo XI, desde el fin de los romanos hasta la Reconquista). A su valor histórico se añade la ubicación en un paisaje rojizo (de arenisca), con figuras de animales (zoomorfas) como el toro, y otras formadas por la erosión.
Asimismo en la zona llamada El Plantío, donde según la tradición hubo un pueblo (hay que investigar, pero pudiera ser: por ubicación junto al arroyo, fuente en un extremo, limpieza del terreno, cercanía al casco urbano actual,…), hay tumbas talladas en la roca; de alguna (románica) ya hemos hablado, pero hay varias más.
Lar-ami
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