Tachado de “moderado” por sus adversarios, Bobbio cruza el eje izquierda-derecha con otro que le parece no menos relevante, el que opone a los extremistas con los moderados. Para él, son precisamente los extremistas de derecha y de izquierda lo más próximos, ya que no en amores compartidos, en un odio común: la antidemocracia, pues consideran que las virtudes garantistas de este sistema fomentan la mediocridad política y bloquean el radicalismo revolucionario destinado a traer amaneceres dorados, sea con una o con otra purpurina… Igualdad y desigualdad en la sociedad democrática son términos que cabe matizar según el qué y el cómo de lo que está en cuestión, desde el igualitarismo totalista que desmocha las diferencias mejor justificadas hasta la beatificación del privilegio jerárquico que escalona a los humanos en diversas categorías superpuestas. Moderado hasta el final, Bobbio se niega a ofrecer una receta infalible e inapelable que zanje esta oposición ideológica, dejando más claro lo indeseable que lo que según él deberíamos desear.Encontrado aquí.
Los podemitas no han leído esto, sólo se han leído a sí mismos. Y a Chávez, por supuesto.