Las diferentes y sorprendentes maneras en que los colores pueden alterar tu mente

Publicado el 03 abril 2016 por Cristianmonroy

No importa si eres diseñador gráfico, de interiores, de modas, marketero o pintor, conocer el significado y correcta aplicación de los colores es esencial para determinar el efecto que tendrá tu marca, producto o servicio en las personas.

En otras ocasiones lo he mencionado, el color es un excelente medio de transmitir y detonar emociones.

La siguiente infografía creada por Vanessa Arbuthnott te muestra las diferentes y sorprendentes maneras en que los colores pueden alterar tu mente.

Además, a diferencia de otras imágenes que sólo asocian el color con alguna emoción, ésta añade la influencia positiva y negativa que puede llegar a tener su aplicación, por ejemplo:

El color azul que generalmente se asocia con la calma, inteligencia y protección tiene el plus de ayudar en lo casos en que los estudiantes aplican a algún examen, ya que si antes de aplicarlo se exponen a este color aumentan sus probabilidades de obtener mejores resultados. Sin embargo, demasiado color azul puede transmitir frialdad y hacer que la gente se sienta incómoda.

El color amarillo transmite energía, felicidad y atención. El mejor para transmitir entusiasmo y puede despertar confianza y optimismo. Aunque usado en exceso puede causar aflicción por lo que es evitado en las recámaras. Se ha demostrado que los bebés lloran más en habitaciones pintadas de amarillo.

El color rojo representa pasión, optimismo y aventura. Ideal para despertar el romance, aunque usado en exceso se asocia con el peligro y causa el efecto contrario. Un estudio reciente encontró que los conductores de autos rojos, incluyendo a las mujeres, dijeron sentirse más agresivos detrás del volante de vehículos con este color.

El color negro asociado con la protección, la formalidad y la fuerza. Su uso implica que tienes auto-control y disciplina, independencia y fuerza de voluntad, ofreces una impresión de autoridad y poder. No obstante si lo usas demasiado puede causar depresión y cambios de humor, además de crear escenarios negativos.