La junta de accionistas de Banco Sabadell aprobó esta semana la propuesta del consejo de administración, con su presidente Josep Oliu a la cabeza, del pago el próxima 5 de abril de un dividendo de tres céntimos de euro sobre los resultados del pasado ejercicio.
Esa cifra representa la cantidad más baja jamás pagada por la entidad bancaria desde que cotiza en la Bolsa española. Además, dos terceras partes se pagarán con papel, o sea, mediante acciones de la entidad. El pago en efectivo será tan sólo de un céntimo de euro.
Oliu justifica esta cantidad tan baja en las dotaciones que se debieron hacer en 2012, “el peor año de todo el ciclo. 2012 ha sido, desde el punto de vista de los beneficios, un año de mínimos”.
Las previsiones del consejo es que en 2013 la entidad bancaria catalana consiga triplicar el beneficio neto de año anterior que fue de 82 millones de euros (232 millones en 2011).
Sin embargo, va a ser difícil que los accionistas consigan ver triplicado su dividendo. Oliu ha anunciado un sesgo a la baja sobre las previsiones iniciales debido a varios factores: El Sabadell prevé que la nueva normativa del Fondo de Garantía de Depósitos obligue a la entidad a extradotar por ese concepto unos 90 millones de euros, aunque tan sólo un 20% se contabilizaría en el presente ejercicio.
Además, el incremento de la actividad crediticia, previsto en el plan estratégico para 2013, está siendo especialmente difícil de conseguir debido al bajo nivel de demanda que se está generando en el mercado español. Otro factor que preocupaa sus directivos, en orden a conseguir triplicar el beneficio, es la evolución del coste del pasivo.