Estos días hará exactamente un siglo que Antonio Machado escribió su célebre poema sobre las dos España, “El mañana efímero”, que parece inspirado en el momento actual.
Es ese que habla de“la España de charanga y pandereta”, el de la España que “ora y bosteza” y “embiste, / cuando se digna usar de la cabeza”, y también el de la “otra España”, la “España de la rabia y de la idea”.
Acaba de recordarlo en un artículo José Ángel González Sainz, ensayista, novelistamultipremiado, profesor de literatura española en Venecia, y también uno de esos intelectuales que se echan de menos para analizar con clarividencia la realidad.
Su tesis es que la descripción de España que hacía Machado acabando 1913 sirve para hoy porque, en realidad, las dos Españas son una y la misma, la que el poeta llamaba “inferior”, pero que es toda ella la mala, la de aturdidos, irreflexivos e informales, de ideas fijas, venganzas y redenciones.
González Sainz llega a la deducción de que hoy los devotos no son de Frascuelos y Marías, sino de la SER o la Cope, del PSOE, del PP o de IU, o de los nacionalistas, e invita a que traduzcamos “charanga y pandereta”, por ejemplo, por “guateque y botellón”.
Añade que para Machado lo malo y lo bueno existen, fuera de “buenismos” y “malismos”, y estructuran el mundo, y lo mismo existen y estructuran el mundo lo inferior y lo superior aun en era de pujantes y mostrencos igualitarismos.
“Las “dos Españas”, cabe inferir, son la “inferior”, la mala. Frente a ella, ¿saldrán hoy por algún lado almas inquietas, sin “mazas” ni “hachas” ni “ideas” fijas, sin venganzas ni odios?”, se pregunta, quizás desalentado.
-----
SALAS