Las dos Españas XXI.19.02

Por Rodrigojocilesferrer @jocilesferrer

Mi opinión y sentimiento al respecto de la manifestación del 10/02/19 en Madrid es que me siento mucho más cerca en este asunto en concreto, que no es ninguno menor, de los convocantes y asistentes, que del gobierno y los que lo soportan. Hace años que mi tendencia es a alejarme de la política y más aún de la participación y dentro de ello siento que las manifestaciones sirven para poco, excepto para juntarte con gente que piensa más o menos como tú en el tema de la manifestación y mostrar músculo ante propios y contrarios, es por ello que no asistí y es difícil que asista a alguna. No obstante:

  • No todo lo que hace Sánchez y su gobierno me parece tan malo como lo ponen, hay cosas en las que estoy de acuerdo y el ataque continuo obra en mí el poder de ponerme del lado del atacado.
  • Lo que no me gusta de él sobre todo es cómo llegó y quiénes le apoyan y sólo por ello es prácticamente imposible que introduzca la papeleta a su favor, lo que sería menos imposible de haber convocado elecciones nada más triunfar la moción.
  • Sin duda los convocantes han canalizado un clamor de la mitad +-1 con éxito, pero creo que se han precipitado y deberían haber ido a esa mesa de partidos, cantar allí las 40 a Torra y sus secuaces, tras escucharle y después proceder con una moción de censura a Sánchez, que no pueden ganar, pero el interpelado no puede obviar, como sí puede obviar lo que vea en la calle
  • Lo que ha visto en la calle no le hará convocar elecciones, todo lo contrario, encastillarse más en Moncloa, porque sabe que en cuanto las convoque, lo van a arrasar de allí, paralelo a lo sucedido en Andalucía. Los separatistas y la izquierda dirán lo que sea, pero le firmarán lo que sea (presupuestos) por el mismo motivo, porque es su última oportunidad de conseguir algo, en cuanto lleguen los elegidos por los manifestantes de ayer 155 y oídos sordos.
  • A los convocantes de ayer les queda la alegría y la espera de arrasar en las europeas / autonómicas y municipales, sobre todo las de en medio, para bien o para mal otorgan un gran poder a los ganadores en España. Eso tampoco forzará las generales mientras Sánchez y los separatistas se necesiten como una herida sin cirujano posible a la bala que la cierra.
  • Me preocupa que se perfila en España una mitad+-1 (izquierda + separatistas) contra otra mitad +-1 (centro + derecha constitucionalistas) sin posibilidad de consensos ni acuerdos "por el centro". Ojalá me equivoque. Y en Cataluña esta brecha sólo puede llevar a acabar como Ucrania, en enfrentamiento civil y/o partición territorial (Arán + Tabarnia con nosotros, Tractoria tras un muro), porque nadie se va a rendir y no hay espacio intermedio

Quiera Dios que pese al calentón, haya los resultados electorales que haya, pronto se puedan formar gobiernos de consenso por el centro y no tanto por los extremos, como es la tendencia actual. Con pactos aceptables y convenientes para una inmensa mayoría de españoles.

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Actualización 12/02/19. Se me ocurre que... Merece la pena intentar la siguiente pregunta al independentismo catalán (ERC + PdCat, las CUP ya están independizadas en su mente...): ¿De qué manera(s) encajaríais a gusto en España (si es que existe tal cosa)? La pregunta habrían de formularla representantes de los partidos no independentistas en el parlamento catalán (C's, PSC, Podemos, PP) más al menos los que tengan representación en el senado español, si es que falta alguno, en orden proporcional de componentes. Esto sería muy distinto de los 21 puntos de Torrá a Sánchez, que eran exigencias de cara a la independencia de (su) Cataluña y capitulación de España, a cambio sólo de aprobar ahora los presupuestos. Si hubiera una respuesta más o menos constructiva (federalismo, asociación libre, concierto, otra asignación de presupuestos, planteo de referéndum, amnistía o reducción de penas para los actuales presos...), esto podría discutirse en el parlamento catalán y en el congreso español por parte de nuestros representantes de todo color y pelaje y tal vez, (no tan) milagrosamente llegar a una solución pacifica consensuada que incluso fuera beneficiosa para la mayoría de españoles, cerrando el conflicto en lo sucesivo. Esto podría no convencer a la actual mitad +-1 independentista, pero sí dejar el independentismo real en el 20% +-1 histórico, con el regreso del catalanismo. Y el finiquito del prusés, al menos por unos cuantos años... Es muy posible que la respuesta fuera: no queremos nada sino independencia previo referéndum (como me han respondido a mí muchos particulares a los que hice la pregunta, la mayoría me bloquearon / dejaron de hablarme poco después, yo me lo haría mirar...). Habría entonces que buscar un plan B, pero al menos pondría en evidencia el radicalismo, odio y desprecio, de unos ciudadanos de la UE, que no son capaces ni siquiera de plantear una alternativa de inclusión para continuar compartiendo presente y futuro con otros ciudadanos con los que llevan juntos más de 500 años.

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Hace tiempo que llegué a la conclusión de que la participación en política real no servía para solucionar los problemas de mis vecinos y conciudadanos, ni para mejorar las condiciones de vida y por tanto, me fui desvinculando de ella y perdí el interés. Tampoco confío en el sistema judicial, por (mala) experiencia propia. No obstante como teoría humanista, siempre me ha interesado. Si este artículo os ha gustado, os recomiendo echar un vistazo a mis otros artículos sobre el tema, donde también notareis mi propia evolución en unos años, aquí os enlazo los últimos anteriores: