Los malos datos de vivienda han sembrado las dudas en Wall Street. Aunque los principales índices de la bolsa de Nueva York han iniciado la jornada con un optimismo generalizado provocado la reunión este fin de semana del G20, donde la conclusión principal ha sido la de apoyar medidas de estímulo para apuntalar el crecimiento, las caída del 0,6% registrada en la venta de viviendas de segunda mano ha provocado que los índices se debatan entre el rojo y el verde.
El Dow Jones de Industriales cae un 0,3% hasta los 14.503 puntos, el más amplio Standard & Poor´s 500 cede el 0,1% hasta los 1.552 puntos y el tecnológico Nasdaq se anota una subida del 0,1%.
Los inversores se habían llenado de optimismo tras las dudas sobre el crecimiento económico global que pesaron en los mercados la semana pasada después de constatar que los ministros de finanzas y banqueros centrales de las 20 mayores economías del mundo están dispuestos a apoyar las medidas de estímulo que hagan falta para apuntalar la recuperación. De hecho, lejos de mostrar algún tipo de oposición a las agresivas políticas monetarias emprendidas por Japón, como se esperaba, el gobernador del BoJ, Harihiko Kuroda, se ha visto reforzado.
Por los datos de venta de viviendas de segunda mano han caído como un jarro de agua fría. En concreto, en marzo descendieron un 0,6% hasta 4,92 millones de unidades. No obstante, el dato más esperado de la semana se producirá el viernes, cuando el gobierno dará a conocer la primera estimación del PIB del primer trimestre.
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