Este mes, allá por el 28, se celebran elecciones autonómicas en Cataluña. Al no estar empadronado allí, no puedo votar, aunque vivo gran parte del año, cerca de Tortosa. Por lo tanto, algunas cosas me llegan, y disfruto y sufro de ellas como los censados allí.
En vista de que las elecciones están cerca quisiera contarles algo que ha ocurrido, precisamente en Tortosa, capital de la comarca del Baix Ebre, esta semana.
Allí hay un monumento franquista –por cierto, estéticamente horrendo, se encuentra en mitad del río cerca del puente viejo y se divisa desde cualquier parte de la ciudad-- en conmemoración de la Batalla del Ebro, inaugurado por Franco en 1966 en honor a los caídos en dicha batalla por el lado rebelde. Pues bien, a pesar de la presión popular, --se han entregado dos mil firmas (Tortosa tiene 37.000 habitantes)-- para que se retire y de que se ha presentado por segunda vez una moción al pleno del ayuntamiento en esta legislatura, ha sido rechazada su retirada.
El ayuntamiento tortosí, está compuesto en la actual legislatura por 10 concejales de CiU, 7 del PSC, 2 de ERC, 1 de ICV y 1 del PP. El gobierno municipal, después de tres legislaturas en las que gobernó el PSC, está compuesto por los 10 concejales de CiU y los 2 de ER. Pues bien, la moción sobre la retirada del monumento franquista ha sido rechazada por los votos de CiU –esos que también se llenan la boca de decir que lucharon contra Franco— y el del concejal del PP (en este caso coherente con su condición de heredero franquista). Mientras que los concejales del PSC, de ERC y de ICV han votado a favor de la moción.
Sólo basta reseñar que el PSC, que ahora ha apoyado la moción, estuvo gobernando Tortosa durante varios años y nunca se avino a retirar el monumento a pesar de los reiterados requerimientos de ERC y de ICV. Sin embargo, ahora a menos de veinte días de las elecciones, presenta esta moción.
En fin, quede claro que es una vergüenza tener un monumento franquista, que para evitar que sea derribado, en aras de la ley de la ley de la Memoria Histórica, se llega a decir por parte del PP y de CiU, que es una contribución cultural a la historia de la ciudad. Vergonzoso comportamiento el de los ediles de CiU, tan francisco-francófilos como el del PP. Y vergonzoso también el comportamiento del PSC que durante anteriores legislaturas pudo hacerlo y hasta esta semana no ha sido capaz de pedir su retirada.
Ya sé que es una anécdota. Ya sé que no se debería sacar conclusiones definitivas. Pero es una anécdota tan repetida en otras partes que llega a ser una conducta bastante generalizada. Así es que cada uno saque sus propias conclusiones. Y el día 28, quien crea de verdad en que hay que homenajear a los que fueron vilipendiados por el franquismo y la posguerra, que recuerde la conducta de cada uno de los partidos.
Salud y República