Las Elecciones Estadounidenses o 15 años no son Nada

Por Becaria @Lola_Garlochi

Estos días la actualidad está claramente azotada por dos temas: las elecciones en EEUU y el reencuentro de la primera edición de Operación Triunfo. Algunos habréis pensado: “¡Hala, qué exagerada! no son nada comparables…”. ¡No os hagáis los estirados! Lo son, lo son totalmente. Especialmente si OT te pilló en la adolescencia, como a la becaria que os habla.

Interior de la Casa Blanca en estos momentos

Como sabréis, en las últimas semanas se han celebrado hasta 3 debates de los candidatos demócrata (Hillary Clinton) y republicano (Donald Trump). El primero de ellos, lo vi en un bar. Como quien va a ver la final de la Champions League: el sonido a tope, todo el mundo atento a la televisión y comentando “la jugada”.  El último de ellos lo vi en la Kennedy School de Harvard rodeada de estudiantes de postgrado expertos en estas materias esperando cierta tensión entre ellos –aunque ninguna hubo – . Lo que más me llamó la atención de estos debates fue el nivel de descalificaciones personales que se gastan, que el “no decente” de Sánchez a Rajoy se queda bien pequeñito a su lado. Me dicen aquí, que esta carrera es la de más bajo nivel de las últimas décadas. En cualquier caso, los “bad hombres” y “nasty woman” de Trump, pasarán a los anales de la historia.

Ahora ya sabéis por qué este señor ha ganado la presidencia de los EEUU (Fuente: captura del interior de mi casa)

Bueno, tranquilos, que aquí no vengo a contar quién ha ganado. Ya todo el mundo lo sabe y ha tenido la oportunidad de comentarlo: más de media Europa ha ejercido su superioridad moral sobre los estadounidenses, al grito de: “a ver cómo se les ocurre votar a este señor“, “se han vuelto locos” o “ojo que no querer a los inmigrantes…que hacen los trabajos que nadie quiere” sin por supuesto, tener Europa ningún problema similar, ni mucho menos partidos con líderes muy extremistas a punto de gobernar… (entiéndase la ironía –que hablado me queda mejor, pero así escrito oye, nunca se sabe si puede haber malentendidos-).

El caso, que el domingo previo a las elecciones me llegaron todo tipo de comentarios acerca del voto latino y que no iría para los demócratas. Me dio “todo el miedo“: porque bueno, igual se os ha olvidado pero soy de Toledoel español, que no el de aquí– y soy muy fan de que me dejen ir a donde yo quiera y que no me anden poniendo impedimentos de visados y nacionalidades, y veía yo a Donald como que me los podría poner. Aunque, lo que finalmente me hizo tomar la decisión fue ver este vídeo: entendí que Hillary necesitaba mi ayuda más que nunca.

Decidí entonces montar el operativo: #MadridejosConHilaria2016. Para ello, tomé prestado al recién aterrizado en Boston J.R. (madridejense, de los que ya no quedan) y me lo llevé a la oficina demócrata más cercana a ofrecernos para llamar a los latinos de Florida en español (aka, vivir la verdadera experiencia americana en elecciones presidenciales). Entramos allí, y todo el mundo tan contento. 30 minutos, un ‘training’ sobre cómo hacer las llamadas y registrar los datos y un impedimento técnico muy chungo después, salíamos de la oficina como habíamos entrado: sin haber hablado con ningún castellanoparlante – y lo que es peor– sin ninguna pegatina de la campaña. No sabía yo, en el momento en el que le gritaba a J.R. mientras salíamos cabizbajos: Como mañana gane Trump, va a ser porque no nos han dejado llamar a los latinos de La Florida, que iba a tener tanta razón – porque no suelo– . Y nada, ajenos a todo esto, nos fuimos a comer costillas y patatas fritas hablando del VERDADERO tema que sacude la actualidad: OT.

Mientras “el mundo libre” elegía a su presidente, España se tambaleaba por “la cobra de Bisbal a Chenoa“. Y amigos, a mí no me vengáis con la del ángulo inverso que todos en directo gritasteis penalti al televisor casi tan alto como grité yo al árbitro del Real Madrid vs Getafe F.C. en la 2008/09 que Pepe no había tocado a Casquero desde el cuarto anfiteatro del extremo opuesto a la jugada en el Santiago Bernabéu – no soy infalible, ¿¡qué le vamos a hacer!? -.

¡Penalti!

Tiene gracia que el ver este documental (programado por RTVE en el canal internacional -¡ojo al dato!-) me haya hecho reflexionar entorno a muchas cosas. La principal: ¿por qué 15 años después aún no soy famosa como tenía pensado ya cuando el programa estaba en emisión?  – voy a obviar esta pregunta, necesito otro post para desarrollarla – y, en otro orden de cosas, ¿las personas evolucionamos?. Sinceramente, viendo que Álex Casademunt sigue mendigando atención como hace 15 años… pues mirad, diría que no.

15 años, un bachillerato, una carrera, un máster y un doctorado después, me siento delante del ordenador pensando que soy una persona muy distinta a entonces, para ver cómo estos 16 chicos se reúnen y comentan anécdotas y vídeos que viví en una época sin internet en casa, sin iPod y sin reggaeton. Entonces, me sorprendo a mí misma con que me vienen los mismos pensamientos a la cabeza sobre ellos que hace tres lustros: que si Rosa, Bisbal, Chenoa y Bustamante cantan mucho mejor que cualquiera de los otros, que si cuál es la razón por la que a alguien le gusta Juan Camus o el por qué de ésa idea sobre sí mismo que tiene Álex. En resumen, que tampoco he cambiado tanto. Y es que lo he vivido con una intensidad, que da miedo. El día de la primera parte del documental estaba tan nerviosa (bueno, que me había visto el tráiler y todo) que tres pobres americanas me sufrieron mientras trataba de explicarles el por qué de que OT1 fuera tan especial en mi país. Y claro, no era tarea fácil, porque aquí hay 5504 programas similares y la gente no lo vive tanto. A parte de que, en cualquiera de ellos cantan mejor que en los españoles (lo que me recuerda que algún día he de hacer un post analizando las diferencias que he observado entre Reino Unido, Estados Unidos y España a través de las “audiciones a ciegas” de los programas de ‘La Voz’ de cada uno de estos países – Sí, hago estas cosas. ¡No me juzguéis, que ya os estoy viendo!-).

NUNCA se ve suficientes veces esta foto: Chenoa, la “Jennifer Aniston española”.

Reflexión de hoy:

  • 3 de 3 americanos en este estudio confesaron sentirse embargados por la emoción que les logré transmitir por la reunión de Operación Triunfo.
  • 1 de 3 americanos fueron a rtve.es, y vieron trozos del documental (a ver, es muy largo, aquí ningún programa es tan largo).
  • 1 de 1 españoles en este estudio vio todos los documentales y el concierto ‘llorriendo’.
  • Encontré este artículo sobre las iniciativas más raras que se han votado en elecciones en EEUU: ‘12 of the Weirdest Ballot Initiatives in American History‘.