El resultado electoral griego del día 17 de junio, donde Nueva Democracia, ND(el partido popular Griego) ha ganado las elecciones con un 29,66%(10,8% más) de los votos frente a Syriza (Izquierda Unida de Grecia) que consiguió el 26,89%(10% más) de los votos demuestra que las elecciones griegas se bipolarizaron entre dos políticas antagónicas. Si bien la diferencia no estaba en propuestas de mantenerse en el Euro, como han intentado vendernos ya que ambos lo proponían, sino en la renegociación de las condiciones del rescate griego.
El resto de partidos han perdido representación en el parlamento respecto a las anteriores elecciones del 6 mayo: 12,28% PASOK(el Partido Socialista Griego), 7,51% independientes griegos, 6,91% amanecer dorado(neonazis), 6,26% DIMAR (Izquierda Democrática), que son los únicos que repiten resultado mejorando ligeramente, y 4,50% KKE (Partido Comunista Griego). Era lógico al haberse planteado una contienda bipartidista, sistema que nos resulta muy familiar aquí, que el voto se aglutinara en torno a los dos partidos y candidatos con opciones de ganar las elecciones. A todo ello se añade la injusta ley electoral griega que aporta 50 diputados al partido que obtiene mayor número de votos.
En clave electoral, está claro que los partidarios de seguir con las mismas políticas que se han estado practicando hasta ahora, han ganado las elecciones y ND y PASOK podrán continuar gobernando con la política que ha llevado a ese país donde está. Desde ese punto de vista está claro que las presiones desde las distintas Instituciones democráticas han surgido efecto, tenían que ganar “los buenos” y Grecia ha votado mayoritariamente para seguir por la senda del sacrificio. El miedo ha calado más en las poblaciones rurales y entre la gente más mayor, mientras la esperanza ha triunfado en las zonas urbanas y la población más joven. En Francia no había problema con que ganara la UMP o el Partido Socialista Francés, el problema estaba en Grecia donde había posibilidades de rebelarse ante el planteamiento de los mercados.
En clave social, ha habido cosas positivas ya que desde España hemos podido apreciar claramente que el problema se genera cuando hay fuerzas políticas que plantean medidas alternativas a lo que el mercado quiere. La gente ha percibido que hay apuestas políticas alternativas que pueden ganar las elecciones, para ello tenemos que tener una propuesta económica y social más trabajada. El capital quiere partidos sumisos que respeten sus designios, quiere sacrificios para los de abajo, que se acepten de manera obediente o protestando un poco, como forma de salir de la crisis o como mal menor pero que se acepten los recortes. La Unión Europea y las instituciones internacionales parecen democráticas pero están dispuestas a cuestionar las reglas cuando lo elegido cuestiona lo establecido.
Hemos recuperado un referente europeo para nuestras políticas, Grecia está aquí en el sur de Europa, Grecia puede ser el ejemplo para la política y para la izquierda. Hay alternativas más allá del bipartidismo mayoritario y se puede llegar a ella por la vía de la movilización social. Anguita dijo en un acto algo que tenemos que creer y que Grecia ha reflejado:“En La Moncloa están los ‘manijeros’, los capataces. El poder está en otro sitio. Y esto puede transformarse en un poder que, al principio no gobierne, pero que determine”. El poder no está en los partidos políticos cuando estos toman medidas que perjudican claramente a la mayoría, el poder está en la organización de las protestas y en la movilización social, en la capacidad política que tengan los partidos y movimientos de canalizar la indignación hacia una revolución ciudadana, que condicione las medidas que se tomen, en la combinación de medidas clásicas como las Huelgas, sectoriales o generales, con medidas de movilización social que expresen el descontento por la sociedad que se está construyendo destruyendo los logros conseguidos durante siglos de lucha del movimiento obrero.
Otra cosa que nos ha ayudado a vislumbrar las elecciones griegas es la sumisión de la socialdemocracia a las soluciones políticas que se apliquen, el Partido Socialista ha asumido los principios de recortes como propios, con pequeños matices respecto a lo que plantean desde el partido popular europeo. Aunque se diferencien en lo accesorio, coinciden en lo fundamental: rescate a la banca, el déficit como mandamiento supremo, la privatización como medio de gestión, …
Ahora nos queda a la gente que estamos en Izquierda Unida, ponernos las pilas y aprender del trabajo realizado por nuestros compañeros y compañeras en Grecia. Autocrítica para mejorar como organización y para ponernos al servicio de quienes están pasando más dificultades. Más artículos sobre este tema en: Josep María Antentas, Àngels Martínez i Castells, Juan Carlos Monedero, Hugo Martínez Abarca y en la Blogosfera de IU, iloveiu.org