Llevo varios días de debates intensos vía Whatsapp (que es el único modo que tengo de debatir con estos horarios míos). Que si a quién voto, que si no sé, que si que mierda todo, que si yo a estos, que si yo a aquellos, que qué coño hacemos, que es que mira, yo conozco a tales y son majos, pero los otros más, y QUE NO SÉ, DEJADME, YA, NO VUELVO MÁS NUNCA AL AVE...
Esas cosas. Y vale, surge como inevitable decir aquello de que vaya democracia, que si ninguna nos gusta lo suficiente y va a tocar votar por descarte, o con una pinza en la nariz o a alguna opción sin opciones o yo qué sé. Sí. Pero también, seamos realistas, estas elecciones son muy diferentes a lo que habíamos vivido hasta ahora. Que no sé si porque son etapas, o porque está así ideado por los poderes fácticos y económicos o porque es lo que toca, pero son distintas. Dejadme ser ilusa por una vez.
Y es que es una sensación muy, no sé, reconfortante, ser española y poder hablar abiertamente con tus amigos de si los naranjas, las rosas, las gaviotas o los coletas. Que las dos Españas estas que tanto nos han acompañado (y agobiado a muchos) estas décadas se han relajado un poco al haber más dos opciones (Una España vs. Otra España) a las que poder votar. O, al menos, esa es mi sensación. Ya no es esto, lo otro o salirte por peteneras votando al Partido Pirata. Ahora se ha abierto el abanico.
España, no te reconozco.
Así que me voy a emocionar y todo y voy a mirar al horizonte con esperanza y una lagrimilla saliendo de mi ojo izquierdo. Porque tengo un poco de conjuntivitis, vale, pero también porque es Navidad y estoy tontuna, yo qué sé. Y porque siempre he sido mucho de la fiesta de la democracia y demás lugares comunes de los días electorales. Hay gente que cree en los ovnis, pues yo creo en estas cosas. Y en los ovnis, claro.
Ah, y que vayáis a votar. Lo que sea, pero id. Que no es porque luego no se pueda reclamar, que se puede igual (para el caso que nos hacen). Es porque hay que ir, porque es nuestro momento, nuestra rebelión, nuestro querer asegurar el futuro o nuestro querer mandarlo todo a la mierda. Pero es nuestro, y eso no nos lo pueden quitar. Que votéis.