La capacidad de la red 5G permitirá usos hasta ahora impensables de las comunicaciones de Internet. / istock
Las empresas de telecomunicaciones están probando nuevas redes que permitan más velocidad y una mayor conectividad entre objetos. Se espera su llegada para 2020
Es muy posible que en un futuro no tan lejano sean drones los que te traigan una pizza a casa. O que un parche en tu pecho capte tus constantes vitales y los transmita en tiempo real a tu teléfono móvil y al de tu doctor. O que tu perro, tu bicicleta o tu maleta lleven incorporados sistemas de geolocalización para no perderlos de vista. El llamado Internet de las cosas, que se empieza a visualizar en forma de relojes, electrodomésticos o vehículos, es ya una realidad, pero su desarrollo y explosión a medio plazo dependerá de la siguiente generación de redes móviles, el 5G."Las posibilidades con los drones son infinitas y pronto veremos cosas propias del mundo de la ciencia ficción", asegura Zhang Yongjun, director de mercadotecnia de Parrot en China. Sus aeronaves no tripuladas, que parecen un juguete, ya se utilizan por ejemplo en el sector agrícola para determinar el estado de los cultivos y cartografiar la tierra. Algunos modelos pueden cargar con pequeños paquetes, y compañías como Wal-Mart o Amazon ya han empezado a experimentar con el sistema. "Para nosotros la llegada del 5G es crucial", continúa Zhang. "Ahora nuestros aparatos pueden manejarse hasta en un radio de dos kilómetros, pero con los avances que permitirá esta nueva tecnología ya no habrá límites de distancia".Las redes móviles de cuarta generación (4G), que apenas se han empezado a implantar en muchos países, ya parecen haber quedado obsoletas para según qué usos. Y las grandes compañías de telecomunicaciones y operadores del mundo, según explicaron en el Mobile Broadband Forum que Huawei ha organizado en Hong Kong, ponen ya el ojo en tecnologías que permitan la llegada del 5G y su despliegue a partir de 2020.
Los cálculos que con los que estas compañías manejan muestran un crecimiento exponencial del uso de datos en los próximos cinco años. Por un lado, habrá unos 6.700 millones de usuarios de teléfonos móviles, ordenadores y tabletas que demandan cada vez más velocidad, más calidad del servicio y menos precio. Por otro, los objetos inteligentes pasarán de los 15.000 millones actuales a los 50.000 millones. "Hay que acelerar y actuar con rapidez ante estos cambios, tenemos que estar preparados para gestionar las cada vez mayores necesidades de los clientes", aseguró Enrique Blanco, responsable global de Tecnología de Telefónica.
Ahora nuestros aparatos pueden manejarse hasta en un radio de dos kilómetros, pero con los avances que permitirá esta nueva tecnología ya no habrá límites de distancia"
La china Huawei planea invertir 550 millones de euros en los próximos tres años para lograr dar con la solución a este desafío. "La transformación digital está creando grandes oportunidades en la industria móvil. Necesitamos unificar estándares y reducir el coste de las conexiones, y esto se logrará solamente con la cooperación de todos los actores de la industria", explicó Ken Hu, consejero delegado rotatorio de la compañía, en el encuentro. La compañía presentó, junto a la operadora hongkonesa HKT, el primer paso hacia el 5G. Le llaman 4,5G, con velocidades de hasta un giga por segundo frente a los teóricamente 10 GB por segundo que se podrán alcanzar con la quinta generación.
Pero si para los usuarios de teléfonos inteligentes la velocidad lo es casi todo debido al cada vez mayor protagonismo del vídeo, para los nuevos usos en el ámbito del Internet de las cosas la latencia (el periodo que la señal tarda en llegar entre dispositivos) es igualmente importante. Un ligero retraso en las máquinas de la cadena de producción de una fábrica podría comportar numerosas pérdidas económicas, y en el caso de la cirugía a distancia o los vehículos sin conductor hasta podría ser letal. "A corto plazo, la tecnología que disponemos no satisface plenamente las necesidades de cada mercado en particular", recordó Alex Sinclair, director de Tecnología de GSMA.
Según datos de esta organización, en 2014 el sector de la tecnología móvil supuso el 3,8% de la economía mundial. En cinco años, está tasa subirá hasta el 4,2% (unos 3,9 billones de dólares) y generará 28 millones de empleos directos e indirectos. "Entonces seguramente sí veremos drones repartiendo cartas, regalos y quizás alguien se atreve con las pizzas", afirma Zhang.