Las conclusiones de la tercera edición del Termómetro Financiero de la Empresa Española, son demoledoras. Se han deteriorado las condiciones de cobro. Los plazos de pago de las empresas han pasado de 66 días en 2008 a 83 en 2010 a pesar de las obligaciones contempladas en la nueva Ley de Morosidad.
El endeudamiento aumentó del 26,64% en 2009 al 35% en 2010 pero debido fundamentalmente a la reducción del pasivo, por mor de las pérdidas imputadas. Por otro lado, a pesar que la facturación de las empresas españolas creció un 2,1% en 2010, como la inflación alcanzó el 3%, el resultado neto fue negativo.
Otro aspecto que no luce. El retorno de la inversión (ROI) medio fue del 5,67%, produciéndose una destrucción del valor de las compañías ya que el coste de la financiación sumado a la rentabilidad esperada del capital por parte de los accionistas fue del 8,3%.
Estas son algunas de las conclusiones del citado estudio realizado conjuntamente por Xavier Iglesias, director general de de ASSET (Asociación Española de Financieros y Tesoreros de Empresa), y el profesor Rafael Sambola de la escuela de negocios EADA.
El estudio se basa en las respuestas facilitadas por 321 directores financieros de empresas de tamaño pequeño, mediano y grande de toda España y analiza los principales problemas de la empresa española así como las acciones que están tomando las empresas para combatir la crisis.
Algún dato positivo. Mientras que en 2009, el 55% de las empresas admitían que les había incrementado la morosidad, en 2010 la cifra fue del 39%.
Según los datos de las empresas encuestadas, sólo un 18,7% de las empresas españolas tiene previsto aumentar su plantilla durante el 2011. Es destacable que mientras que el 25% de las pequeñas empresas crearán empleo, sólo lo hará el 9,5% de las grandes corporaciones. Está diferencia en la contribución al crecimiento del empleo la refuerza otro dato: las pequeñas empresas que prevén incrementos de personal, aumentarán sus plantillas en un 15,8%; las grandes en un 6,7.
Las previsiones para este ejercicio no son especialmente positivas. Sambola prevé que continúe la destrucción de valor para los accionistas ya que a pesar que puede incrementarse el ROI, también lo hará el coste del dinero. También continuará la disminución de patrimonio de la empresa y, paralelamente, un aumento del endeudamiento.
Para Iglesias, España no alcanzará la media de crecimiento de los países de la UE como mínimo hasta 2014. Además prevé que l restricción crediticia a las empresas seguirá, produciéndose un menor acceso al crédito y un aumento del coste de éste, con líneas de crédito muy limitadas y muy caras.