Cuidado con lo que subes a la red !
Desde hace unos meses ha vuelto a ponerse sobre el tapete como los postulantes son "examinados" por reclutadores a través de Internet. Abundan consejos de todo tipo respecto de la imagen que se genera a través de la publicación de fotos, post, artículos y comentarios. Hasta la dirección de email debería ser revisada para no caer en denominaciones que puedan afectar nuestro perfil.
Para que aumente la paranoia, una historia real: mi vecino, por su trabajo, paga un abono mensual por el cual puede visualizar una cantidad de informes comerciales personales, al mes. Muchas veces le que quedan informes libres y utiliza el saldo para husmear en la vida de personas que le interesan. Es así como sabe si Fulano (quizás un vecino o un amigo) sacó un nuevo crédito o si Sutano (el novio de la hija, por ejemplo) tiene algún inconveniente legal...
Anécdotas y voyeurs de lado, lo cierto es que los selectores contamos cada vez con la posibilidad de reunir información acerca de las personas, inclusive nos llama la atención cuando no la encontramos. La expresión "sino aparecés en Google, no existís", representa una realidad: nuestra imagen virtual es como una presentación anticipada que genera expectativas e hipótesis acerca de nuestros rasgos personales, habilidades, trayectoria, intereses, valores personales y hasta rasgos biográficos. Y, como bien dice el más famoso de los axiomas de la Teoría de la Comunicación Humana: "es imposible no comunicarse". No podemos escaparnos a esta realidad, sólo debemos saberlo y aprovechar la herramienta.
Postulantes miran con lupa a sus actuales o futuros empleadores
A partir del nombre de fantasía, la razón social, producto o servicio generan verdaderas investigaciones que los llevan a averiguar quiénes son los accionistas o directores y en qué actividad están involucrados. Los contactos de contactos comentan y, casi siempre, se llega a conocer a alguien que trabajó o trabaja en la compañía a la que se está por ingresar. Las redes sociales actuán como un entremado de información que aporta datos y que, muchas veces, genera juicios afirmativos o negativos sobre las organizaciones.
La información circula cada vez con mayor rapidez y menor cantidad de filtros.
La tentación es la de esforzarse por tratar de generar la mejor imagen.
Sin embargo, creo que el real beneficio en el largo plazo es, sin dudas, la estabilidad y la coherencia.