Las evaluaciones psicotécnicas: qué problemas nos plantea la tragedia aérea en Alemania

Por Gabrielschwartz
Hace unos meses, el accidente aéreo de la línea Germanwings convulsionó a la sociedad.
Desde los responsables de las líneas aéreas hasta cualquier eventual pasajero quedaron sorprendidos con las investigaciones que pusieron al descubierto las causas de este desastre que dejó más de 150 muertos.  Mientras se buscaban problemas inherentes al clima, fallas técnicas o rastros de un ataque terrorista, la información recibida a partir de la apertura de la caja negra del avión junto a los datos aportados por familiares e investigadores mostraron como, un aspecto psicológico/emocional, motivó que, deliberadamente, el copiloto estrellara a todo el pasaje, con los resultados fatales que conocemos.
Para quienes nos dedicamos a la evaluación psicológica de personas que trabajan, estos acontecimientos nos obligan a interrogarnos sobre nuestra práctica y generan reflexiones. Las ciencias sociales tienen la particularidad que no permiten hacer experiencias con variables controladas con el rigor estadístico de las disciplinas que estudian fenómenos fisicos. Para decirlo de otra manera más sencilla, es imposible generar un ambiente similar a cualquier situación real y que permitan conocer las conductas de las personas en ese contexto y predecir, con relativa certeza, cómo se comportarán en situaciones similares. No se pueden simular accidentes.
Los alcances de las entrevistas psicotécnicas
Es posible detectar, en una entrevista o a través de la administración de técnicas de evaluación, patologías graves, estados depresivos o maníacos transitorios o peligrosos, personalidades ansiosas que puedan atravesar ataques de pánico, personas que se retraen ante los conflictos y prefieren abandonar los trabajos o cualquier otro comportamiento que sea perjudicial para ellos o para terceros?
O sólo se deben evaluar competencias relacionadas con la función, cómo la atención, concentración o la capacidad para procesar órdenes complejas o tomar decisiones, la disposición para liderar, la facilidad para establecer nuevos vínculos, por ejemplo?
Cuál es el límite para indicar que una persona no está apta para realizar determinada tarea o asumir una función?
Qué actitud se debe tomar cuando detectamos algún indicio de patología? Debemos avisar al empleador? Debemos avisar a la familia? Y si lo hacemos, qué debemos decir?
Tenemos derecho a exponer a nuestro entrevistado con temas que probablemente, no quiera difundir?
El profesional que extendió el certificado de depresión a Andreas Lubitz, debería haber notificado a la empresa que no estaba apto para volar?
Cada cuánto tiempo se debe evaluar a una persona para asegurarse su estado emocional?
Son realmente confiables las técnicas que se utilizan?
Las evaluaciones deben apuntar a que la información obtenida resulte útil tanto para el evaluado como para quien solicita la evaluación.
Los dilemas que se plantean no sólo son técnicos sino, también, éticos. La ética es conducta basada en valores.
Si suponemos que la información que recogemos aporta datos relevantes para prevenir fracasos, accidentes o conflictos, cuál es la manera correcta de gestionarla?
Cómo combinamos la reserva y la confidencialidad, la prevención de accidentes y una adecuada administración de los recursos, ya que es imposible solventar los gastos que insumen minimizar los riesgos?
Han pasado varios meses y el caso se fue diluyendo en cuanto al impacto, no se discutieron nuevas medidas ni requisitos.
Sin decidirlo, ni consensuarlo institucionalmente, estamos apostando a que no ocurra de nuevo.