Parece que colocar fichajes de personas, pretendidamente famosas, en las listas electorales es la moda que impera. Y por poner un ejemplo de lo más estrambótico, podemos observar el caso del Partido Popular y sus listas para las elecciones generales.
Entre fracasados, toreros, aristócratas, tertulianos periodistas y economistas ultraderechistas, el partido de Pablo Casado ha formado un equipo cuyos miembros parecen componentes de un ‘reality show televisivo’ más que de una lista electoral.
Basta poner unas líneas de cada fichaje para darnos cuenta de que Casado, vista la deriva decadente del Partido Popular, ha pretendido dar la vuelta al calcetín, aunque ello signifique que lo haya convertido en una venda porosa.
El número dos por Madrid será Adolfo Suárez Illana, el hijo del primer presidente democrático de España. Su mérito es, que yo sepa, haber perdido estrepitosamente –los peores resultados del PP--, las elecciones en Castilla-La Mancha en 2003 ante Bono, lo que le hizo retirarse de la política activa. Luego ha sido nombrado hace cuatro meses, por el dedo de Casado, presidente de la Fundación Concordia y Libertad y hoy vemos que es número dos por la lista pepera de Madrid. Está claro que lo que Casado ha pretendido con este fichaje, no ha sido encontrar un buen político ganador y con un currículo propio para el cargo, sino un apellido que recuerde de quién es hijo. Ese es su gran mérito.
Otro que tal baila es Juan José Cortés, el padre de Mariluz, la niña asesinada en 2008. Este personaje se inscribió en el PP el año pasado y fundó la Plataforma 18M, cuya misión principal es la defensa de la prisión permanente revisable. Reúne los requisitos que pretende Casado. Por un lado, es un personaje notorio debido a la desgracia que le ocurrió a su hija, y defiende uno de los puntos más importantes en materia de justicia del PP, la prisión permanente revisable. Hoy Casado le ha convertido en cabeza de lista de Huelva.
Cayetana Álvarez de Toledo –según el propio Casado, es la Messi de su equipo—, marquesa de Casa Fuerte, fue diputada por el PP en dos legislaturas para después criticar a Rajoy y a su gobierno, por débiles y corruptos. Después ha estado en la cúpula de FAES y afirma haber votado a Ciudadanos en 2017. Hoy, Aznar la ha colocado, con el visto bueno de Casado, al frente de la lista en Barcelona. Está clara la intención del líder del PP con este nombramiento: endurecer la política anticatalanista. Por cierto, es una mujer antifeminista y presume de no hablar catalán. ¡Una joya!
Otro fichaje es Daniel Lacalle. Economista ultraliberal cuyas teorías van más allá del neoliberalismo, su pretensión de privatizar todo lo público le hace pasarse del modelo estadounidense. Sus tesis sólo han sido probadas en el Chile de Pinochet. Fue asesor económico de Esperanza Aguirre y es un personaje mediático que domina los platós televisivos difundiendo sus extravagantes teorías. Ocupará el cuarto puesto por Madrid.Con este personaje Casado pretende anunciar cuales van a ser las medidas económicas del PP en el caso de que ganara, bajada importante de impuestos y masivos recortes.
Son dignos de mencionar dos fichajes periodistas en puestos de salida, por un lado la columnista Edurne Uriarte y, por otro, el tertuliano Pablo Montesinos. Se trata de hacer un guiño a los medios de comunicación, de los que tanto espera el Sr. Casado.
Y, por último, ha puesto la guinda de esta tarta electoral con el fichaje de un torero: Miguel Abellán, la pieza que le faltaba para redondear ese puzzle que ha dejado fuera a todos los peperos cercanos a Rajoy, hoy sustituidos por famosos mediáticos que más parecen llenar portadas de revistas del corazón que ser aspirantes al Congreso. Si hay algo que explicar por parte de Casado es que justifique la ausencia de Belén Esteban y Marta Sánchez, en sus listas.
Espero y deseo que el fracaso que parecen pronosticar las encuestas, que dan al PP una bajada de unos cincuenta diputados, se cumpla. Eso sí, el joven líder perero siempre podrá dedicarse, como hizo su lideresa favorita Aguirre, a cubrir una plaza insigne de cazatalentos.
Salud y República