Las extensiones de pestañas son un viaje de ida.

Por Fruticienta

Siempre fui fanática de las pestañas protagonistas. Creo fervientemente que si no tenés ganas de maquillarte, te ponés un poco de máscara y te cambia la cara. Así que ¿por qué no ponerme unas extensiones semi permanentes? En el post de hoy les cuento mi experiencia.
Paula de Beauty Top fue quien me las colocó utilizando el método una a una (que significa que sobre cada pestaña adhiere una postiza). Para eso utilizó un adhesivo de grado médico, hipoalergénico y en color negro, súper seguro. Para colocarse los postizos es requisito tener pestañas (no es dato menor). Los mismos se colocan a 2mm de la raíz.
Hay tres tipos de postizos, según lo que Paula me contó: de seda, cashmere y mink, con tres acabados diferentes. También hay diferentes curvaturas, longitudes y espesores, todo depende del gusto de cada una. Yo tengo las de seda, bien naturales. 
 
Para la colocación es necesario tener paciencia. Una se acuesta en una camilla (en Beauty Top tienen hornillos aromáticos, un ambiente súper cálido y la buena onda de Paula), cierra los ojos y espera, porque el proceso tarda 1 hora aproximadamente. El resultado bien vale la pena. 
Si ven las fotos del antes y del después se darán cuenta que el cambio es evidente, a pesar de haber pedido un resultado natural (me arrepiento, tendría que haber pedido Vedette Style, también conocido como Volumen Ruso). Conseguí volumen, largo, grosor y una mirada increíble.

Ahora vamos a lo que interesa: estas extensiones son impermeables, pueden durar hasta 60 días según el ciclo de crecimiento y renovación de la pestaña. Pestaña que se cae, se lleva extensión consigo. También puede pasar que te toquetees mucho los ojos y se despeguen. O que seas medio bestia para el desmaquillaje y también te cargues con alguna pestaña y/o postizo. Tampoco recomiendan usar máscara de pestañas waterproof o limpiadoras al aceite, porque aflojan el pegamento. Reconozco que es un tema despertarse y mirar la almohada buscando una extensión, pero la persecuta será algo que me (y les) acompañará durante todo este ciclo.
El mantenimiento en el día a día es simple: no te las toques mucho, peinalas de vez en cuando y ojo cuando te laves la cara (¡me pinché con mis pestañas!): limpialas mejor con desmaquillante, pero sin refregar. Las primeras 12-24 horas no deberían mojarlas.
Hasta ahora, a una semana de habérmelas puesto, reconozco que las cuidé más que a mis hijos. Perdí alguna que otra del ojo izquierdo (también influye el lado del que dormís, ¿será eso?) y casi que lloré al verlas lejos del lugar donde deberían estar. Lo bueno es que se salió el postizo, no mi pestaña (si, la miré con lupa. Todo sea por el blog).
 
El mantenimiento se hace cada 30 días mínimo. Y no, no se puede ir para pegarse una sola pestaña que se cayó, hay que ser fuerte y aguantar.
La semana pasada que estuve por Expo Estética y me encontré con varias maquilladoras, todas alabaron la prolijidad de Paula para colocarlas. Se ven naturales y no parecen postizas, se bancan cualquier primer plano (no así mis cejas desprolijas). Chau máscara de pestañas, no te extraño ni un segundo.

Ahora vamos a lo que les interesa: precios. El precio de la colocación es $850. El mantenimiento es más barato porque se reponen las que se cayeron. Yo súper recomiendo a las chicas de Beauty Top, en Palermo. El lugar donde atienden es precioso, Paula está capacitada en España y Estados Unidos y para muestra, la prolijidad de mis pestañas en plano detalle. (también aplican extensiones en las cejas, para reconstruirlas).
Pueden encontrar Beauty Top en Facebook, Twitter e Instagram. 
Les aviso que es un camino de ida.