Título original: Black-eyed Susans
Páginas: 404
Editorial: Suma de Letras / PRH
A los dieciséis años, Tessa Cartwright es hallada en un campo de Texas, prácticamente muerta, junto a los cuerpos de otras chicas. Es la única sobreviviente de las "Susanas de ojos negros", como la prensa llama a las víctimas de un psicópata, debido a que las entierra bajo las flores silvestres del mismo nombre, que crecen durante el verano. Debido a la tragedia y a las horas traumáticas que pasó bajo tierra, Tessa no puede recordar nada.
En el pasado la podemos ver preparándose para testificar en contra del que creen fue su atacante. En el presente indaga el pasado en busca de respuestas. Alguien ha estado plantando susanas de ojos negros en lugares estratégicos, su monstruo sigue fuera. El sospechoso juzgado por las susanas será asesinado pronto y ella teme estar enviando al pasillo de la muerte a un hombre inocente.
Al principio tardé un poco en entender el hilo de la historia porque Julia Heaberlin (al menos en éste libro, no he leído nada más de la autora aún) es un poco vaga en su narración, como que deja cosas en blanco, ya sea para que el lector se imagine lo que quiera, o para no revelar nada extra de la historia. Aún no sé si esa forma de escribir me gustó o me disgustó. Porque era tipo "Me comí una pera después de lo que sucedió" cuando no ha explicado qué fue lo que sucedió, lo deja en blanco y a la imaginación del lector. Y a veces no lo explica del todo ni leyendo más adelante en la historia, así que deja muchísimo a la imaginación. Y pues no sé si eso se me hace súper original o flojo de la autora. Me causa conflicto pero tampoco es que me desagrade. Lo sigo meditando.
Como buena novela de suspenso, me cuesta mucho trabajo elegir mis palabras para no arruinarles la lectura con algún spoiler accidental. Lo único que puedo comentar es lo mucho que me gustó. Es verdad que no me atrapó tanto como otras novelas del mismo género porque tiene un desarrollo un poco lento y no nos deja capítulo tras capítulo con un cliffhanger (puedes tranquilamente parar tu lectura e irte a dormir, sin sentir la ansiedad de continuar hasta ver salir el sol). Pero eso no evita que haya sido una excelente lectura.
Tessa por momentos me desespera mucho, siento que intenta realmente encontrar respuestas a su problema, pero al mismo tiempo es un constante estorbo para el avance de los investigadores que trabajan en el caso. Ayuda, y a la vez no. Así que por momentos dan genuinas ganas de darle dos bofetadas para que reaccione. Pero cuando un libro me hace sentir ese tipo de frustración, quiere decir que es un buen libro.
En mi caso, por más que me puse un gorro de cazador e intenté fumar en pipa muy a la Sherlock Holmes, no logré imaginar el final. Tal vez den pistas obvias a lo largo de la historia, pero éstas pistas fueron totalmente invisibles a mis ojos. Así que al final si tuve mi reacción de "Ohhhhhh". Y pues tal vez no sea el mejor thriller que vayan a leer en sus vidas, para mí hasta ahora nada supera mi obsesión leyendo Gone Girl, pero sí es una lectura que recomendaría mucho. Se disfruta, sorprende y entretiene bastante. Además que se notó el esfuerzo de la autora por investigar sobre ciencia forense. Yo le dí cuatro estrellas y lo recomiendo a los fans de éste género.