Las fuentes de la fe: 2 – Mística

Por Rodrigojocilesferrer @jocilesferrer
Just believe, and spread my word

(Chrom - In my world)

(Antes de empezar a leer, si no lo has hecho ya, tal vez prefieras comenzar por el primer capítulo de esta serie: Las fuentes de la fe: Introducción y 1 - Sentimiento - El blog de Rodrigo JOCILES FERRER)

La mística consiste en la conexión directa con Dios, con El Creador, con La Fuente, directamente en el plano o dimensión más elevadas de la existencia.

La conexión se produce a través de la coronilla y va directa al alma, que es el anclaje del espíritu en un punto de vista en esta vida. Puede ir acompañada de percepción extrasensorial a través del tercer ojo.

A diferencia de la primera fuente, el sentimiento, en que se percibe a Dios, como contemplador privilegiado, en este caso, además, se experimenta una unión concreta con Él/Ella. La primera normalmente viene sola, suele durar un momento y estar asociada al disfrute de la contemplación de la creación. Esta sólo llega si el sujeto se predispone en un estado especial de concentración, tranquilidad, desconexión de los estímulos corporales y preocupaciones mentales. Normalmente se alcanza mediante la meditación, la mente en blanco o la oración. No sólo los creyentes o las personas religiosas pueden alcanzarla. Y cuando se produce, no se quiere "bajar" de ella. Aunque puede hacerse a voluntad o con que se produzca una distracción. Nadie ha conseguido describirla para cuerpos mortales, aunque Santa Teresa y San Juan de La Cruz son los que más se han aproximado para mi gusto.

Yo la he experimentado desde que no sabía ni lo que era, a veces derivada de una experiencia de percepción por sentimiento especialmente fuerte. Más comúnmente en templos cristianos, incluso cuando era agnóstico. Actualmente sé repetir ciertas condiciones en que se me concede. Os doy pistas: es en un lugar y reunión que acostumbran los cristianos una vez por semana y tras realizar un ritual en que se conmemora la última cena de Jesús, su muerte y resurrección. De rodillas, con unas oraciones en mi mente y con los ojos fijos en el frente, en el altar. En el templo que acostumbro me concentro en una manita de el Niño Jesús que está justo sobre el corazón de La Virgen. Pronto empiezo a visualizar todo borroso, en tonos dorados y a menudo La Virgen con el Niño y los ángeles representados a su alrededor, se muestran en relieve y "bailan". Los ruidos a mi alrededor me llegan como si tuviera tapones en los oídos y las personas que se mueven debajo se perciben como sombras. Estoy muy a gusto en ese estado, a veces Jesús o La Virgen o Dios me dicen algo breve. Cuando se pasa a otro momento de la ceremonia o alguien se dirige a mí, me es fácil volver a tierra, aunque estoy un momento atontado. Después he aprendido que esa columna de luz dorada que visualizo es en realidad mi propia alma.

Para mi gusto esta fuente junto con la anterior, como ya he dicho, son las más poderosas, quien ha accedido a la fe por ellas, no hay argumento contra las demás, que pueda arrebatársela. Quien ha tenido una experiencia mística está seguro de haber percibido su propia alma y el encuentro de su espíritu con el Espíritu de Dios. Las personas de otras religiones o de ninguna en concreto lo llaman de otras maneras, El Uno, La Fuente, El Creador, El Gran Espíritu... pero todas las que han llegado hasta ahí tienen el mismo concepto de lo que es... y ya no necesitan respuestas a muchas más preguntas, para estar tranquilos y confiados con la existencia. Por supuesto esta experiencia personal, no tiene demostración positiva empírica, nunca mejor dicho, no es reproducible a otros, medible ni verificable, de lo contrario todos seríamos creyentes en cortocircuito, sin pasar por la casilla de salida y se acabaron la libertad de elección y el aprendizaje sin trampas en esta vida. Tampoco es posible contarlo ni siquiera aproximadamente con palabras. Mi descripción más arriba es bastante burda, cutre, casera. Los grandes místicos literarios como los que he mencionado más arriba lo hicieron sin duda infinitamente mejor os recomiendo acudir a ellos. Para otros cristianos, especialmente los católicos son "iluminados", lo que es un término peyorativo. Pienso que la iglesia católica se ha pegado un tiro más en el pie recelando y despreciando esta valiosísima fuente, pero esa es otra historia que debe ser contada en otro momento. Para los no creyentes, los místicos consumen drogas muy raras y de mucha calidad. Os aseguro que nada tiene que ver con eso, también por experiencia propia...

Meditación

Esta práctica permite tener una experiencia mística controlada, aunque en mi caso al menos es mucho menos intensa que lo que os he descrito más arriba. Llevo un tiempo realizando cada mañana, al despertar una llamada "Meditación al Séptimo Plano", guiado por una grabación de una buena amiga. En ella se baja primero (astralmente) a recibir la energía de la Madre Tierra, esta alinea los 7 chakras y después se sale por el séptimo, el de la coronilla, siempre astralmente y se va uno alejando del planeta y del universo físico mismo, hasta alcanzar el plano más elevado de la existencia. Allí se accede a la presencia de Dios como La Fuente, en la que uno se baña para recibir el Amor Incondicional y después repartirlo en este mundo al tiempo que se regresa. Es una experiencia muy bonita y os animo a probarla si tenéis ocasión, en el peor de los casos os parecerá un juego agradable y si enganchais de algún modo, veréis cómo comenzáis el día de otra forma.

Aparte de "venderos" esta práctica, quería contaros una revelación que tuve en su transcurso hace unos días, justo cuando me encontraba en La Fuente. Para que veáis que no todo es abstracto, también hay concreción de detalles: Dios es padre y madre. En español la palabra padres quiere decir el padre y la madre, a Dios a menudo se le representaba hablando en primera persona del plural. Dios es El Uno, cuando nos referimos al Padre cristiano, a la Primera Persona de la Trinidad, es un padre y una madre. Le pude ver como una mujer y después como un hombre, en la cascada de luz, junto al símbolo del yin y el yang en blanco y negro sobre dorado.

Sueño 19/05/19 - revelaciones de Jesús

Normalmente en los sueños, los otros personajes que aparecen, aunque sean nuestros familiares, amigos, conocidos, enemigos, animales, monstruos, otros seres naturales o mitológicos... representan aspectos de nosotros mismos. Sin embargo, hay contadas excepciones en que se tiene clara conciencia que esos otros personajes que aparecen tienen "vida propia". Es en esos casos en que uno puede plantearse que esas otras personas distintas de uno mismo de alguna manera te están visitando en el espacio de los sueños. Pueden ser vivos, fallecidos o entes espirituales. A mí me sucede con cierta frecuencia con mis abuelos a medida que fueron falleciendo, desde niño, en el caso que relato a continuación, se trataba del mismo Jesucristo, fue la primera, única y hasta la fecha última vez. Veamos este sueño místico y de crecimiento:

Soy niño, tengo diez años, estoy en 5º curso de primaria ("EGB" entonces). El peor año de mi vida junto con 6º, según mi propio recuerdo. Estoy dentro del aula en mi colegio, al lado de la puerta. La pared que separaba la clase del ensanche del pasillo es en realidad un biombo de madera oscura, del que forma parte la propia puerta. Hasta aquí todo el ambiente es fiel a la realidad tal y como yo la recuerdo. Creo que están el maestro y mis compañeros, pero no forman parte protagonista de la escena. De repente se abre la puerta y entra Jesús acompañado de un centurión, que parece más su ayudante que su verdugo, Jesús está medio vestido con una túnica púrpura y carga con la cruz (camino del calvario). Yo grito "¡Es el Señor!". Al pasar a mi lado, se vuelve, me mira, me apoya una mano en el hombro y me dice "¡Vamos!". Él está más entero que yo mismo y a pasado a recogerme.

Interpretación: Como he dicho me encuentro en el peor año de mi vida, viviendo mi primer particular descenso a los infiernos. También es el año en que pasé a ser ateo, tras desengañarme mi padre de la fe (tal y como nos la intentaban enseñar a los niños). En esa época se me aparecía con frecuencia mi abuela Julia (materna) en sueños, en el pasillo de mi casa, con el aspecto blanco típicamente fantasmagórico. Había fallecido unos años antes. Yo era ciertamente miedoso, pero ella no me daba ningún miedo, al contrario, me gustaba su visita. Yo era ateo, o más exactamente "anti practicante" y sin embargo tenía claro que ella y mis otros abuelos según fueron falleciendo, estaban en el cielo. Y venían darme testimonio de que había un más allá y que ellos estaban bien en él. Jesús nunca me abandonó en esa época, estaba a mi lado observándome, pero dejándome evolucionar libre... Ahora que he crecido y alcanzado el suficiente nivel espiritual viene a ayudarme a rescatar a mi niño interior y a contarle que nunca estuvo solo, en sus pecados y en los de otros a su alrededor.

Entonces me despierto de ese sueño dentro de otro sueño. Ahora voy caminando de noche por un barrio nuevo de una gran ciudad cualquiera, pero todo está derruido tal vez por la guerra y cubierto de ceniza. Es otro descenso a los infiernos. Voy reflexionando (dentro de este sueño) lo que acabo de soñar en el anterior y Jesús me habla, ahora de un tema completamente diferente: Mi única responsabilidad con mis hijos es intentar enseñarles a ser buenas personas. Respecto de vocaciones (religiosas u otras) tanto para mí como para ellos me dice "¿Es eso lo que quieres / quieren? De no ser así no tiene sentido, sé y que sean lo que tengan que ser. No te pediré ser bombero si es voluntad del Padre que seas médico. Tu padre terrenal tenía toda la razón, El Padre, no es ningún señor con barbita". Mientras tanto sigo caminando por la ciudad donde sólo hay desolación y oscuridad. Escucho noticias (por la radio con auriculares), todo son asesinatos y violaciones. Al final doy con una muchedumbre en torno a un cadáver. "¿Por qué tanto dolor / sufrimiento / mal?" pregunto a Jesús. Él me contesta "que eso no te haga perder la fe, tú sólo eres responsable de lo que hagas tú mismo, no de lo que hagan los demás". Despierto (ya fuera de todo sueño) bastante alterado.

Interpretación: Jesús se me ha aparecido primero en quizá su momento más desesperado, cuando iba camino de la crucifixión. Viajando en el tiempo a mis peores momentos, me muestra que él pasa por lo mismo y aún peor que cada uno de nosotros y que nunca estamos solos. Él siempre está ahí para quien quiera verlo. Y desciende a los infiernos después de la crucifixión, para recogernos a los que queramos seguirle, para salir de nuestros particulares infiernos. El tiempo es algo elástico para Dios o dicho de otro modo, sólo existe el presente en los planos espirituales. Da igual un segundo que un millón de años para Dios, un átomo que una galaxia entera. Gran parte de mi infierno tuvo que ver con haberme alejado de Dios, quizá todo, pero hay que ser un santo místico incipiente para darse cuenta, mientras tienes diez años y tu cabecita percibe que en casa te tratan con cariño, pero poco caso y que fuera de ella todo el mundo es hostil.

Otros planetas

Revelación que tuve en misa hace unos meses, directamente desde Dios Padre / La Fuente: "No se os va a permitir llegar a otros planetas habitados ni entrar en contacto con otros seres inteligentes extraterrestres, hasta que no trascendáis en vuestro propio planeta, La Tierra, siendo capaces de llevaros bien y vivir en harmonía entre vosotros (trayendo el reino de Dios), los seres humanos y con el resto de los seres vivos. El salto que necesitáis hacer no es tecnológico ni científico, sino espiritual."

27/06/21

El niño Jesús (la imagen sujeta por La Virgen) me saluda con la mano tras comulgar mientras estoy en meditación. Veo claramente cómo se mueve superpuesta al resto de la figura.

-

Gracias por leerme y por vuestro interés, en unos días saldrá publicado el siguiente capítulo de esta serie "3 - Experiencia", estad atentos. También me permito recomendaros un librito que he publicado hace poco:

Cuaderno "Pueblos Prehistóricos de Iberia" - El blog de Rodrigo JOCILES FERRER