Sinopsis Editorial:
Hijo bastardo de una adolescente expulsada de su comunidad rural y adoptado por una excéntrica pareja de acomodados dublineses, Cyril es un niño educado que crece acostumbrado a enmascarar sus emociones. Extraordinariamente atento a todo lo que ocurre a su alrededor, pero tímido y retraído cuando está acompañado, pronto sabrá que es gay y tardará décadas en desprenderse de una culpa y una vergüenza paralizantes.
En un entorno que juzga abominable su orientación sexual, dos relaciones serán cruciales en su maduración: Maurice Woodbead, un amigo de la infancia que posee la audacia y la belleza que Cyril siempre ha deseado, y Bastian, un médico holandés tocado por la gracia a quien conoce cuando se muda a Ámsterdam y con quien convivirá durante años.
Simplemente me ha ENCANTADO y sin duda será mi mejor lectura de Abril.
Me han gustado los personajes, la historia, cómo está escrito, el ritmo, el repaso a casi un siglo de historia de Irlanda y sobre todo lo bien descrito que está el dolor de vivir bajo la presión de una sociedad que no te permite ser libre en tu forma de amar, haciendo que Cyril, el protagonista sienta que algo está mal en él y no la sociedad que es la que no lo acepta.
La novela tiene un gran elenco de personajes y me ha gustado mucho cómo el autor hace que los personajes crucen sus caminos sin saber quiénes son y de qué forma están relacionados. Acompañaremos a Cyril desde su nacimiento hasta prácticamente sus últimos días y lo haremos disfrutando mucho de la lectura, una historia maravillosamente ambientada, que te traslada a los momentos más importantes de la historia a través del protagonista y que de igual forma emociona que te arranca risas en más de una ocasión.
Una historia maravillosa, emocionante, triste por momentos, incomprensible entender que hasta no hace tanto querer a alguien de tu mismo género fuera un delito, divertida, ágil, conmovedora... en definitiva, un gran libro.