El sorprendente descubrimiento de un agujero negro supermasivo en una galaxia cercana pequeña ha dado a los astrónomos una nueva y tentadora tentadora perspectiva a la forma en que los agujeros negro y las galaxias pueden haber crecido en la historia temprana del Universo. Encontrar un agujero negro un millón de veces más masivo que el Sol en una galaxia enana que sirve como guardería de estrellas es un poderoso indicio de que los agujeros negros supermasivos se formaron antes de la construcción de las galaxias, señalan los astrónomos.
La galaxia, llamada Henize 2-10, está a 30 millones de años luz de la Tierra, se ha estudiado durante años, y se sabe que está formando estrellas muy rápidamente. De forma irregular y de unos 3.000 años luz de diámetro aproximadamente (frente a los 100.000 de nuestra propia Vía Láctea), se asemeja a lo que los científicos creen que fueron algunas de las primeras galaxias que se formaron en el Universo temprano.
“Esta galaxia nos da pistas importantes sobre una fase muy temprana de la evolución de las galaxias que no se ha observado antes,” dijo Amy Reines, candidata a doctorado en la Universidad de Virginia.
Los agujeros negros supermasivos se encuentran en los núcleos de todas las galaxias gigantes. En el Universo cercano, existe una relación directa y constante entre las masas de estos agujeros negros y el núcleo de las galaxias que habitan, lo que lleva a la conclusión de que el crecimiento de ambos está relacionado.
Hace dos años, un equipo internacional de astrónomos descubrió que los agujeros negros en las jóvenes galaxias en el Universo temprano fueron más masivos de lo que esta relación indica. Esto, dijeron, era una poderosa evidencia de que los agujeros negros se desarrollaron antes que las galaxias que los circundan.
“Ahora, hemos encontrado una galaxia enana con un núcleo prácticamente plano, sin embargo, tiene un agujero negro supermasivo. Esto fortalece en gran medida la idea de que los agujeros negros en desarrollan en primer lugar”, dijo Reines.
Reines, junto con Gregory Sivakoff y Kelsey Johnson de la Universidad de Virginia y el Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO), y Crystal Brogan del NRAO, observaron Henize 02.10 con el Very Large Array Radiotelescope de la National Science Foundation y con el Telescopio Espacial Hubble. Encontraron una región cerca del centro de la galaxia que emite ondas de radio con las características de las emitidos por los chorros de materia expulsados por los agujeros negros supermasivos.
Después buscaron imágenes del observatorio Chandra de Rayos-X que mostraban esa misma región, y que mostraba lo mismo: brillantes zonas de emisiones de rayos gamma y radio. Esta combinación indica un agujero negro activo en el núcleo galáctico.
“No conocemos las suficientes galaxias enanas para saber si todas tienen agujeros negros supermasivos”, dijo Sivakoff.
Si bien el centro de agujero negro hallado en Henize 2-10 tiene aproximadamente la misma masa que los hallados en otras galaxias, estas galaxias tienen forma mucho más regular. Henize 2-10 no sólo difiere en su forma irregular y pequeño tamaño, sino también en que tiene una actividad de formación de estrellas muy intensa y concentra numerosos y muy densos supercúmulos estelares.
“Esta galaxia, probablemente se asemeja a las que habrían existido en las fases más jóvenes del Universo, cuando las galaxias estaban empezando a formarse y chocaban entre sí con frecuencia. Todas sus propiedades, incluyendo el agujero negro supermasivo, nos están dando nuevas e importantes pistas acerca de cómo estos agujeros negros y esas galaxias se formaron en esa etapa”, dijo Johnson.
Los astrónomos presentaron sus conclusiones en la edición online del 9 de enero de la revista Nature , y en la Sociedad Astronómica Americana en reunión en Seattle, WA.
El Observatorio Nacional de Radioastronomía es una instalación de la Fundación Nacional de Ciencia , operada bajo un acuerdo cooperativo por Associated Universities, Inc
Autor: Dave Finley
Enlace original: Surprise: Dwarf galaxy harbors supermassive black hole