Esta semana, honorando al curso que vamos a impartir el próximo día 2 de Julio, he optado por dedicar esta entrada a un alimento que está con nosotros desde ya muchas generaciones… LAS GALLETAS!
Y por poneros algo de historia, deciros que el primer alimento que recibió este nombre fue una especie de pan plano y de larga conservación, que se distribuía entre los tripulantes de buques y grupos de soldados.
Actualmente, cuando hablamos de galletas, nos referimos a una amplia serie de productos de alimentación de varias formas y sabores, producidos en casa (los mejores para mi gusto), en panaderías o los industriales.
Según el diccionario de Nutrición y Tecnología de Alimentos, establece que “ las galletas son esencialmente productos que posean muy poca humedad, elaboradas con harina rica en grasa y azúcar, haciendo de la galleta un alimento con un alto contenido energético.
Y aunque la industria de la galleta en la actualidad es moderna, sus orígenes se remontan a los primeros tiempos de la Humanidad. Pues se puede decir que el pan y la galleta tuvieron el mismo alumbramiento.
A nuestro continente vino en los tiempos de Cristóbal Colón, que las utilizaba mucho como abastecimiento de sus barcos en sus largas travesías en barco en tiempos de conquista. Durante los siglos XVI y XVII, este alimento tuvo un lugar preferente en las bodegas de los barcos y navíos. El uso de la galleta como sustituto del pan se generalizó, sobre todo, en las grandes y largas travesías de guerra. Pero fue en el siglo XIX cuando la galleta llego a su total consolidación. La Revolución Industrial produjo que la galleta abandonara su rol de sustituto y adquiriera un protagonismo propio. El sabor, la calidad, la conservación, el fácil transporte y el precio son algunas de las características que facilitaron la consolidación de la galleta como producto alternativo en una industria que ha ido creciendo gradualmente al ritmo de las nuevas necesidades y gustos de los consumidores. Y ni que decir que en la actualidad, es un alimento fácil de encontrar en todas las despensas de todas las familias de cualquier país de nuestro planeta. Y para demostraros lo fácil que es hacer galletas caseras, aquí os dejo con una receta muy típica y muy utilizada para después poder decorar a nuestro gusto. Espero que os guste:
GALLETAS DE MANTEQUILLA (Idóneas para decorar)