Si pulsan aquí verán el resumen del artículo original. Para el lector de España, el primer conflicto viene por la confusión de unos términos que los ingleses y españoles no tenemos claros: las diferencias entre gaseosa, refresco (bebida, limonada, naranjada, granizado, horchata, refrigerio, piscolabis, aperitivo), soda, seltz, sifón, bebida con gas o bebida carbonatada. Los autores se basan en que estas bebidas contienen varios ingredientes, incluyendo el agua carbonatada, jarabe de maíz alto en fructosa, aspartamo, benzoato de sodio, ácido cítrico y fosfórico, y cafeína
El segundo conflicto, aceptado por ellos mismos, son varias limitaciones del estudio y admiten que "la causa y efecto entre el consumo de refrescos y la agresión es una posibilidad", agregando que algunos ingredientes "podrían" afectar el comportamiento.
De lo dicho se deduce que, como siempre, es de sentido común la moderación y que, de momento, estos autores no han aportado nada interesante.