Ángeles Diez.- Hace unos días el profesor Pedro Martínez Montávez decía, hablando de la conmemoración de la Nakba1 palestina, que los occidentales tendemos a contar la historia del mundo árabe como si fuera una sucesión de instantes. "Instantaneizamos" su historia y la reducimos a un producto incomprensible e inocuo. Por el contrario, la historia de Occidente la explicamos a partir de los procesos, dinámicas, lógicas y causas sobre las que debatimos y proyectamos el futuro. En el caso de las revoluciones árabes ésta ha sido la tónica dominante2. En el caso de España se está produciendo el mismo fenómeno. Se habla del instante. Se acuña un nombre: movimiento 15-M y poco a poco van quedando relegados los porqués, los cómos y el hasta cuándo.
Pero los cientos, puede que miles, de mensajes que cuelgan de las esquinas, las farolas, las cabinas, las barandas de metro… se resisten a ser atrapados en el aquí y ahora. Cuentan ya la historia del movimiento, los porqués, y puede que, a partir del lunes, empiecen a contar los cómos y los hasta cuándo.
“Spain is díferent” dice una pancarta en la plaza del Sol. Reproduce irónicamente el tópico que inundaba la publicidad franquista que invitaba al turista europeo. Entonces, España se vendía a Europa como un producto diferente: dicharachera, vestida de faralaes y con sonido de castañuelas. Desde la entrada en la Unión Europea el 1 de enero de 1986, el esfuerzo por encajarnos en el modelo europeo ha sido inmenso, se han derramado ríos de tinta, se ha difundido todo tipo de propaganda, se han impuesto políticas comunes y nos han obligado a ser eficaces, rentables y a estar sobradamente preparados. Pero el molde acaba de reventar. Se nos ha vendido Europa al tiempo que nos vendían a Europa. Pero la realidad de este maltrecho país es tozuda. España sigue siendo diferente, más cercana a África, y sobre todo más mediterránea. Quizá por eso se levanta tarde, pero cuando lo hace escribe poesía.
El instante de la Puerta del Sol tiene un proceso. Incluso tiene un punto de partida: la Transición española. Momento en el que se decidió que este país sería una democracia restringida. Para que la píldora fuera digerida se la envolvió con promesas de un capitalismo blando, socialdemócrata, de oportunidades, de consumo, de paz. A los niños se nos engañó con chuches y globos. A los mayores con amenazas: una nueva guerra civil, el caos, el aislamiento, descolgarnos de Europa. En este país no se recuperó la democracia asesinada con la dictadura. Si hubiera habido una transición a la democracia tendría que haber habido un proceso constituyente. Si hubiera habido un proceso constituyente tendríamos una constitución que permitiría al pueblo decidir sobre la forma del Estado (república, monarquía), podría elegirse al Jefe del Estado, tendría cabida un referéndum sobre autodeterminación y podríamos, tal vez, decidir sobre nuestra economía.
Cuando Esperanza Aguirre –la candidata del Partido Popular a la Comunidad de Madrid- habla contra los que nos concentramos en la Puerta del Sol dice que “la democracia es la democracia, sin adjetivos”, nos está diciendo que la aterroriza que la gente de este país ponga adjetivos a la democracia que tiene.
Es probable que todos y cada uno de los miembros de la clase política española consideren que las votaciones que tendrán lugar mañana “expresarán la voluntad de los ciudadanos”. Quizá a ninguno se le ocurra pensar que si la gente en las calles no considera que vive en una democracia, difícilmente pensará que las votaciones expresan su voluntad. Las gentes de Sol y del resto de las plazas españolas que hoy reflexionan en la calle, en grupos, hablando y debatiendo, intuyen, saben, que están haciendo democracia. Por eso reflexionan en grupos. Piensan en grupo. No sabemos si irán a votar mañana, sí sabemos que le dan más importancia a lo que hacen hoy que a lo que pasará mañana en las urnas.
Una joven proponía un grupo de trabajo la nacionalización de la banca. Una persona mayor le respondía condescendiente que eso era utópico. Ella replicaba que utópico era hace una semana imaginar que podrían estar decenas de personas en la calle hablando de economía. [Tomado de Rebelión- Video enviado por Oriol Sabala]
Notas:
1 Expulsión de los palestinos de su tierra que se conmemora el 15 de mayo de 1948
2 Se me ocurre que marcar el nombre de cada una de ellas con la fecha del “estallido”, contribuye a reproducir ese patrón