Las goteras del ministro Fernández Díaz

Publicado el 21 julio 2015 por Rgalmazan @RGAlmazan

Como cabía esperar se ha hecho notar de nuevo la insolidaridad del gobierno español. Un gobierno que ha reducido drásticamente la solidaridad al Tercer Mundo y que ha decidido firmemente evitar que entren inmigrantes a cualquier precio, por ejemplo, poniéndoles trampas como son las vallas con cuchillas, o disparándoles pelotas de goma cuando están en el agua, aunque ello provoque la muerte de alguno.

Y es que desde la Unión Europea, con el fin de solucionar el problema que sufre Italia y Grecia, donde entran decenas de miles de refugiados, ha decidido distribuir 40.000 de ellos entre los distintos países europeos. Muchos han sido los países que han aceptado la cuota que, de acuerdo con su importancia, les ha impuesto la UE, pocos los que se han negado, entre ellos España.

La UE solicitó a España que acogiera a 4300 refugiados provenientes de Eritrea y Siria, países en guerra de donde huyen, y el gobierno español se ha negado, limitando la cantidad de inmigrantes a acoger a 1300, menos de la tercera parte.

Este gobierno es así, insensible, desvergonzado y con una oposición frontal a la entrada de inmigrantes, a quienes considera enemigos. Y eso que se trata de refugiados, gente proveniente de países con conflictos armados. Les da igual. Se pasan por la ingle los derechos humanos.

Ahí tienen ustedes al ministro del Interior, el hacedor de la ley mordaza, un ministro opusdeista, de misa diaria, negando el pan y la sal a los que lo necesitan. Y encima hace comparaciones odiosas, intolerables y prescindibles.

Para argumentar la negativa a acoger a los 4200 refugiados ha dicho:

"Es como si tenemos una casa con muchas goteras y en lugar de taponarlas, lo que hacemos es distribuir el agua entre distintas habitaciones, no soluciona nada".

O sea los inmigrantes son los que inundan la casa y lo que hay que hacer es arreglar el tejado para que no pase agua, o sea no dejar entrar a ningún refugiado. Esto es lo que se llama: caridad cristiana. Más propio de una Iglesia de la Inquisición que de la que dice proclamar el nuevo Papa. Sólo le ha faltado decir: “Vade retro, refugiado”

Pero, vamos a ver, alma de cántaro rota, ¿no serás tú quien tiene las goteras? ¿No serás tú quien necesita un arreglo de azotea? ¿Es posible tan poca humanidad en alguien que es un meapilas?

Este gobierno necesita irse con urgencia. No se puede agarrar por ningún lado. Todo lo que tocan está lleno de injusticia, desigualdad y de favoritismo para los poderosos. Es un gobierno que da grima, que no se puede soportar, que hay que echar en las urnas. No podemos perder el tiempo. Hay que unirse para poder combatir tanta incompetencia, insolidaridad y crueldad. Dejémonos de zarandajas y vayamos al grano. Sólo la unión podrá salvarnos de esta gentuza. Y si no lo hacemos tendremos que aguantar otra legislatura más, que será insufrible.

No a este gobierno infame. Sí a una Unidad Popular que le retire del gobierno en las próximas elecciones.

Salud y República