¿Estaría Ud. de acuerdo con que pongan una incineradora altamente peligrosa para su salud y absolutamente perniciosa con el medio ambiente en frente de su casa?
Cualquier persona con un mínimo de decencia democrática diría, con razón, que una pregunta así lleva implícita la respuesta, y por lo tanto nunca puede ser susceptible de articularse a través de un referéndum.
Pues bien, algo muy similar a esto quiere preguntar a la ciudadanía gipuzkoana el PNV, pero donde dice incineradora quiere poner puerta a puerta.
Tanto PNV como PSE llevan meses manipulando a la opinión pública con un único objetivo, poner en marcha la incineradora en Gipuzkoa.
Para eso no tiene empacho en reclamar consultas populares manipuladas o en enviar folletos a las casas tan o más manipulados que la pregunta de la consulta.
Porque nadie puede llevarse a engaño, el debate en Gipuzkoa con los residuos no es puerta a puerta sí, puerta a puerta no, el debate es reciclaje contra incineración.
La incineración sólo sale rentable si tiene algo para quemar y si la gente recicla no hay negocio, ni más ni menos, se pongan como se pongan.
Tal vez haya sistemas más cómodos para garantizar la recogida selectiva en origen que el puerta a puerta; no digo yo que no, será cuestión de estudiarlo, pero insisto, ese no es el debate real. El debate real es quemar o reciclar.
Normalmente, el PNV y el PSE hubieran puesto en marcha la incineradora y aquí no hay más que hablar, pero claro, esta vez no pueden hacerlo porque no tienen mayoría, así que se dedican a gritar las bondades de la participación ciudadana.
No deja de tener su punto hipócrita que el PNV, que se ha negado a realizar consultas contra el TAV, el puerto exterior de Pasaia o la incineradora, se ponga ahora a reclamar referendums.
Como también lo tiene que tras años de hacer dejación de su responsabilidad en la construcción de plantas de compost, llame ahora la atención sobre los residuos orgánicos.
Parte de la responsabilidad también recae en Bilbu, que en un alarde de prepotencia ha anunciado a bombo y platillo en qué pueblos va a poner en marcha el puerta a puerta sin preguntar en muchos casos, ni siquiera a los alcaldes o alcaldesas de los mismos.
Vamos, un cúmulo de despropósitos, manipulaciones e intereses empresariales ocultos para la construcción de una incineradora.
Yo siempre he creído en la participación ciudadana, tanto la indirecta a través de las elecciones como la directa a través de consultas y creo que en este caso habría que actuar igual, pero las consultas, como todo, son manipulables, por lo que creo que es imprescindible antes de consultar nada, abrir un proceso de participación que garantice una información objetiva y veraz.
Eso sí, una vez tengamos a la ciudadanía informada consultamos lo que haga falta.
Y a ver si cunde el ejemplo para otras cosas también como la monarquía, modelo de estado, infraestructuras, etc.