La princesa Ko ha ocultado dramáticamente la misteriosa desaparición de la familia real para mantener en orden el Reino de Chelo. Sin embargo, si no logra que su padre regrese pronto podría estallar una guerra devastadora... Por eso decide crear la Alianza Real Juvenil, con chicos elegidos porque cada uno tiene una habilidad especial. Juntos, parecen invencibles.
En medio de sucesos extraños, intentarán resolver el enigmático paradero de su familia. Elliot, además, integra la Alianza porque está más decidido que nunca a encontrar a su padre, también está desaparecido. Y se convierte en la clave, ya que es el único que tiene una conexión con el mundo, gracias a la grieta por la que se comunica con Madeleine, en Cambridge.
Compartiendo notas, anécdotas y largas noches, ambos intentan encontrar la forma de viajar a través de los dos mundos y rescatar a los ausentes.
Mientras tanto, los Colores atacan, el tiempo se acaba y hay sorpresas que obstaculizan la misión. También hay sentimientos, emociones y vidas que continúan más allá de las grietas.
Una historia distinta, con una prosa exquisita, divertida, y con una trama de magia y realidad sin cabos sueltos, como solo Jaclyn Moriarty puede crear
Gracias a V&R Editoras por el ejemplar.
Nota: posibles pequeñísimos spoilers del primer libro
Pasó más o menos un año desde que leí el primer libro, aunque no sé exactamente por qué esperé tanto para agarrar el segundo. Era una mezcla de miedo, porque la primera parte me encantó, y de nostalgia, porque sabía que con el segundo la historia se va acercando más y más al final, y es un universo demasiado lindo como para que termine.
Jaclyn Moriarty está muy poco valorada por los lectores del YA. Sí, tiene una manera rara de escribir y sí, quizás te cueste entrar en ambiente, pero una vez que pasa no podés soltarlo más. Al igual que con su primera parte, La grieta de los reinos me hizo emocionar y querer seguir leyendo sin pausas hasta el final.
La Familia Real está desaparecida y la Alianza Juvenil, integrada por unos cuantos jóvenes de todas las esquinas de los reinos que sobresalen en algo en especial, tiene la tarea de encontrarla. La teoría principal es que están en el Mundo, donde Madeleine, que se comunica con Elliot a través de una de las tantas grietas no reportadas, está para ayudarlos con todo lo que puedan.
Como siempre soy sincera con ustedes, voy a decir la verdad: me costó engancharme mucho más con este que con el primero, aunque supongo que es porque tardé muchísimo entre ambos libros. Me costó no sólo engancharme con los hechos, de los cuales había unos cuantos que no recordaba del todo, sino además con el tipo de escritura de la autora. Es mágica una vez que le agarrás la onda, pero aún así cuesta.
No sólo tiene esta forma rara y atrapante de escribir, sino que la autora te va dejando pistas sutiles de lo que va pasando hasta en la sopa. Está todo preparado para que ates cabos vos solito... y aún así no lo lográs. Because she's incredible like that.
Y la aplaudo porque se toma su tiempo, porque planea de principio a fin, porque arma una estructura que uno se tiene que poner a analizar al final porque no puede creer que realmente lo que acaba de terminar de leer esté tan bien organizado. Le tomó dos líneas develar cosas que estuvieron básicamente dichas desde la primera página, pero no fue de esos libros que lo hacen por apuro... fue porque, realmente, todo lo demás estaba dicho anteriormente, pero nosotros no nos dimos cuenta porque está muy bien escondido.
Tan bien escondido que no adivinás el plot twist, el cual se viene gestando desde el libro anterior. Si leíste el primero y aún te queda el segundo ni siquiera te esfuerces en intentar adivinar qué es; a todos nos dejó con la boca abierta y, para variar, nos dio otro final increíble que nos deja con ganas de más.
Y también todo esto tiene que ver con la paciencia con la que trata a cada personaje. Cada uno tiene un aura, un carisma, una personalidad muy profunda y definida, varias facetas. Incluso aquellos que aparecen por poco tiempo son rápida y fácilmente identificables porque están tan bien definidos que automáticamente tu cerebro los asocia con quiénes son. Va mucho más allá del libro y de la estructuración de un personaje de parte de Moriarty: es la construcción de personas que perfectamente podrían existir acá, al lado nuestro.
¿Quieren que les diga algo más para que se animen a leerlo? Las últimas 30 o 40 páginas son una locura total. Plot twist, grietas que se abren y un descubrimiento que pone a Madeleine y a Elliot más cerca de lo que nos podemos imaginar. No sólo tuvimos movimiento durante todo el libro, sino que además tenemos unas cuantas hojas que nos vuelan el cerebro y, de nuevo, nos dejan con ganas de más.
Jaclyn Moriarty nos da literatura de calidad, y no sólo piensa en escribir otra historia de YA más. Como todo género, el YA tiene libros que son un horror, libros que son bien light, libros que valen la pena y un muy largo etcétera. Y aunque claramente esto sea subjetivo, lo cierto es que estoy segura de que van a amarla (a ella y a sus historias) si le dan una oportunidad.