Pues bien, hoy me gustaría compartir con vosotros otro peculiar paseo en barca por las cuevas y grutas del Algarve pero esta vez con salida desde otro de los sitios mágicos del Algarve, la conocida Ponta da Piedade, situada a unos 45 kilómetros al oeste de la Praia de Benagil.
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A diferencia del anterior paseo en Benagil, en este no vamos a ver cuevas con playa interiores, pero si que vamos a encontrar muchas formaciones sorprendentes a las que los imaginativos lugareños les han puesto nombres de lo más curiosos e imaginativos.
Eso sí, antes de nada os aviso que el precio sigue siendo caro y es que no debemos olvidar que estamos en la zona más turística del país vecino y eso se nota bastante en la cartera. Por ejemplo, hace unos años en la Praia de Benagil me cobraron 17,50€ por el viaje, ahora nos han cobrado 15€ por persona por un paseo en barco que pasa por poco de la media hora... ¿merece la pena?, pues lo mejor es que sigan leyendo y juzguen ustedes mismos.
El comienzo de nuestra aventura es espectacular, la Ponta da Piedade es uno de los enclaves más conocido por sus vistas de todo el Algarve, y en su cima, a 51 metro de altura, podemos ver un faro construido sobre lo que era una ermita del siglo XVIII dedicada a Nuestra Señora de la Piedad.
Como curiosidad os diré que en el camino que va de Lagos a el faro, todavía podemos ver las estaciones de penitencia del antiguo Vía Crucis que llegaba hasta la antigua ermita.
Desde el faro sólo tienen que ir a la izquierda (si miramos directamente al faro) para encontrar la dichosa escalera que llega hasta el lugar de embarque. Esta escalera que desciende los 51 metros del acantilado tiene 184 escalones que hay que bajar...y luego subir para poder disfrutar de la experiencia, así que tenedlo en cuenta si viajan con personas mayores o con cochecito de bebé.
Una vez que llegan abajo del todo probablemente tendrán que esperar una cola de gente, pero no se alarmen porque normalmente hay muchas barquitas haciendo la ruta por lo que la fila va bastante rápido, y además es un sitio de sombra entre acantilados y el mar, muy chulo para hacer fotos.
Pues bien, una vez montados en la barca y con el chaleco salvavidas puesto (la seguridad ante todo), comenzamos la agradable ruta entre cuevas, grutas y peculiares figuras de curiosos nombres empezando por La Chimenea...
...que se trata de un cono vertical escavado en el acantilado y del que no hay que ser ningún lince para saber por qué le pusieron este nombre.
A continuación veremos La Catedral, que es un espacio circular abierto al cielo y completamente rodeado por el acantilado, además cuenta con una única entrada por debajo de un arco natural...
La siguiente visita es el conocido como El Pasillo, un espacio entre paredes estrecha y techado que obliga a nuestro guía a sacar lo mejor de su navegación, aunque por lo que pude ver, a ninguno de los lugareños le falta pericia.
En este punto aproveché para preguntarle si en este lugar son frecuentes los derrumbes con su consecuente riesgo para las personas, y me comentó que riesgo siempre existe y que algún día los arcos y las figuras que vemos acabarán por ceder, pero lo importante, me dijo riendo, es que no ceda cuando pasen por debajo..¡nada que objetar!.
Pues bien, continuando con nuestro viaje, una vez salimos de El Pasillo por el otro lado, enseguida vemos una figura a la que los lugareños llaman, y con acierto creo yo, La Cabeza del Camello.
Es curioso porque en la ruta en barco de Benagil también hay otro camello, aunque ese mucho es mucho más grande y cuenta hasta con una joroba por lo que más que camello sería dromedario. En fin, parece que les gustan los camellos a los portugueses, aunque hay otro animal que les gusta todavía más, el elefante. En estos acantilados podemos ver hasta dos elefantes, pero como voy siguiendo el orden de la visita, antes de encontrarlos avancemos hasta uno de mis rincones favorito de la ruta....La Cueva del Pirata....
Si se fijan bien podrán encontrar fácilmente la calavera del pirata con sus dos ojos negros bien grandes y la nariz triangular situada en el punto exacto...da hasta un poco de "yuyu" ¿verdad?. Lo mismo si se entera Iker Jiménez tiene para un especial je,je,je.
Y de cara a cara y tiro por que me toca ya que nuestro siguiente protagonista es el conocido como El Fantasma del Acantilado, una cara perfectamente visible con un ojo guiñado y una boca torcida con algún que otro diente...hay quien lo llama también El Michael Jackson debido a su rostro pálido.
A continuación entramos en una gruta estrecha a la que llaman El Garaje donde de nuevo nuestro guía da muestra de sus habilidades marineras "aparcando" la barca en su interior, y enseguida llegamos a la Laguna de los Elefantes.
Como les decía antes, en estos acantilados hay dos elefantes, uno pequeñito y el otro es mucho más grande que domina la laguna a la que da nombre...
Se aprecia claramente el ojo, la gran cabeza y como no podía ser de otro modo la trompa que hace conforma un arco de piedra. Además en la ruta que sale de Benagil podemos ver otro elefante, por lo que sin duda es el animal más representado.
A continuación salimos de la laguna para pasar por debajo del Arco del Triunfo...
¿Sabían que los primeros Arcos del triunfo fueron levantados por los romanos para festejar las victorias de sus generales?...pues este seguro que está dedicado a Julio César ya que sólo un poco más adelante en nuestra ruta nos encontramos con La Cabeza del César
...¿no me digan que no se parece? incluso pueden imaginarse la corona de laurel con las plantitas que asoman en lo alto de su cabeza....
Y ya a continuación podemos ver el último elefante de la jornada, El Mamut...
Se le ve contento por el baño que se está pegando. Este elefante está mucho más detallado que el anterior.
Bueno, para finalizar el paseo vamos a ponernos un poco tiernos como Jack y Rose en el Titanic para pasar por debajo de La Gruta de los Enamorados.
Si venís en pareja, cuando paséis por debajo de este arco debéis daros un besito....igual que las caras de piedra situadas encima.
Para finalizar, y aprovechando que hemos hablando de cosas románticas, terminaremos nuestra aventura en barca con la figuras del Titanic y el Iceberg
¿Qué mejor forma para terminar un paseo barco por el océano Atlántico que ver representada una de las mayores tragedias acontecidas en el mismo? Por suerte nosotros no estamos lejos de la costa, el agua es fría pero soportable y siempre podemos contar con la pericia del conductor.
Bueno, además de estas figuras también podréis ver algunas de la mejores playas del Algarve, como la Praia do Camilo o la famosa Praia Dona Ana y alguna de sus calas más escondidas aptas para nudistas como la Praia do Pinheiros. Eso sí, la barca no para, se mira pero no se toca.
En fin, espero que hayan disfrutado del viaje. Nos vemos.
Até Já¡¡