Esta vista podría resultar insólita en un país neutral, pero España no era precisamente muy "neutral". Ya había mandado un contingente de tropas, supuestamente voluntarias, de la División Azul, y lo siguió haciendo hasta que volvieron en octubre de 1943. Además Madrid era un hervidero de agentes alemanes que controlaban hasta la prensa nacional española. Era como una pequeña Berlín.
Tres días después realizaron una exhibición deportiva que finalizó con un desfile mientras entonaban la canción de propaganda de la Juventudes Hitlerianas "Nur der Freheit gehört unser Leben" (Solo la libertad es nuestra vida), que en la actualidad se canta en los actos del Partido de la Libertad de Austria.
La visita de las Hitlerjugend a España reforzó los lazos del régimen de Franco con el III Reich y estableció las bases del Frente de Juventudes y las Falanges Juveniles de Franco, organización juvenil a imagen y semejanza de la organización juvenil nazi.
Esta visita a Madrid y Barcelona no fue la única presencia de las Hitlerjugend en España. Ya controlaban las actividades deportivas y campamentos en los Deutsche Schulen de Madrid, Barcelona o San Sebastián. Su trabajo era la formación y el adoctrinamiento de los jóvenes alemanes con el objetivo de perpetuar el III Reich y ser fieles seguidores del Nacionalsocialismo y de su Führer, Adolf Hitler
Para saber más:Nazis en Madrid, de Peter BesasNazis a Barcelona. L’esplendor feixista de postguerra (1939-1945), de Mireia Capdevila y Francesc VilanovaEl PaísABCNational Geographic