Título Original: (Las horas del silencio, 2015)
Autores: Marta Martín Masot, Rafael Martín Masot
Editorial: Roca Editorial
Copyright: © Marta y Rafael Martín Masot, 2015© Roca Editorial de Libros, S.L., 2015 Edición: 1ª Edición: Septiembre 2015
ISBN: 9788499189284
Tapa: Blanda
Etiquetas: anarquismo, religión, clases sociales, romance, amor, franquismo, época franquista, guerra civil española, literatura española, niños robados, novela, nobleza, república española, secretos, vida rural, religiosos, jerarquías, traición, mentiras
Nº de páginas: 288
Argumento:
El obispo de una ciudad del sur de España recibe la visita de una mujer a la que amó durante la Guerra Civil para pedirle que le ayude a recuperar a la hija que le fue robada meses después de su separación, cuando ella estaba presa. Tal petición removerá la tranquila vida del obispo y hará que se cuestione la existencia que ha llevado hasta el momento.Opinión:
Los hermanos Martín Masot nos devuelven a la España de la guerra y el franquismo para contarnos una historia de amor y mentiras, de secretos y traiciones. Conocemos al obispo Damián Belmonte y a la marquesa de Ganianza, Míriam Cendra (antes, Ana Gaitán), en el verano de 1966. A partir de ese primer encuentro, la trama principal se desdobla en dos ejes cronológicos diferentes: uno que continuará la línea empezada con ese encuentro y otro que regresa al pasado para ir contándonos a lo largo de toda la novela las trayectorias vitales de ambos personajes, desde su infancia, hasta el momento en el que se reencuentra, pasando, claro está, por el momento en el que sus vidas se cruzaron, en plena Guerra Civil, cuando el obispo, haciéndose pasar por un maestro liberal perseguido por los nacionales, fue acogido por el padre de Ana. Los hermanos Martín Masot utilizan esa manipulación temporal, esos continuos saltos de una subtrama a otra, junto con la anticipación de algunos datos en la trama de 1966, para conseguir la intriga que mantiene vivo el relato y que hace que esta sea una lectura ágil que transcurre a buen ritmo. Uno de los aspectos que más me ha gustado de la novela es la continua reflexión sobre las clases sociales y las jerarquías (sociales, religiosas, bélicas…) que existen. Criados y señores, obispos y secretarios y pobres y ricos conviven con los camaradas y la igualdad (tanto entre sexos como entre gente de diferente poder adquisitivo, profesionales o estratos sociales) que propugnan las ideologías más liberales. Sin adoctrinar, los autores muestran al lector la ignorancia de las clases asentadas respecto a los sentimientos y capacidades de las clases bajas (hay comentarios y comportamientos realmente duros en la novela) y abogan (a través de la trama y de la carga positiva y negativa de ciertos personajes) por una sociedad sin jerarquías tan rígidas ni la dominación de nadie respecto a nadie. Los hermanos Martín Masot deslizan también la reflexión sobre la trama de bebés robados en España desde el franquismo y, aunque no ahondan demasiado ni en la denuncia de los intereses que movieron a los implicados en la trama ni en las consecuencias de conocer la verdad para quienes se creyeron hijos de unos padres que, en realidad, no lo fueron, lo expuesto en la novela sí permite al lector conocer los sentimientos de una madre que tuvo que pasar por ello y la falta de escrúpulos de algunos de los integrantes de las tramas. Estilísticamente, la narración mantiene un tono cuidado y una prosa trabajada, aunque es cierto que hay fragmentos con un toque más poético, otros más limpios y otros con una expresión algo más ampulosa. Finalmente, una única pega respecto a la edición: durante la lectura, he observado que algunas páginas tienen menos carga de tinta que otras, por lo que las letras se veían peor y a mí, que soy miope, me ha costado leer algunas de esas páginas. En definitiva, una obra entretenida que nos devuelve a la Guerra Civil y los años posteriores, que ahonda en la vida provinciana y sus jerarquías y que propone algunas reflexiones interesantes sobre la igualdad y el respeto mutuo. Enlace a la reseña original.
Nos seguimos leyendo.