Las hormigas nos enseñan cómo evitar los atascos

Por Insane Mclero @insanemclero

Raros son los días en los que uno no pierde tiempo metido en atascos cuando coge el coche, sobretodo en las grandes ciudades. No es así para las hormigas, las cuales ganan tiempo en lugar de perderlo metiéndose en ellos.

Una de las principales razones que producen retenciones en las carreteras es el embotellamiento de éstas, causado por una saturación de la vía. Es decir, un exceso de volumen de coches que hace que la velocidad de marcha disminuya drásticamente, haciéndonos gastar mucho más tiempo de lo esperado para realizar el trayecto. Esto puede verse a lo largo del año en las famosas “Operación Salida” u “Operación Retorno”, que se dan en época de Navidad, Pascua o fiestas con puentes, en las cuales la mayor parte de la población dispone de tiempo para viajar a algún lugar y tomarse unas vacaciones en las que relajarse. Aunque para algunos también forma parte del día a día, y más si trabajan en capitales. Durante las horas de entrada o salida del trabajo, se forman innumerables colas que a más de uno le hacen perder la paciencia.

No obstante, esta no es la visión que una hormiga tiene de los atascos. Así lo han demostrado unos investigadores alemanes, cuyo artículo ha sido publicado en el jornal The Science of Nature. El experimento que realizaron consistía en grabar un camino construido por hormigas, utilizando un software de seguimiento del recorrido que cada una de ellas (rastrearon el de unas 500) hacía a lo largo de éste, calculando su velocidad en momentos con más y con menos volumen atravesando el camino. Y sorprendentemente, cuan mayor era la cantidad de hormigas que había, más rápido circulaban. Todo lo contrario de lo esperado. Supuestamente las colisiones entre las hormigas juegan un papel importante en este inesperado aumento de su velocidad en los atascos.

Otra de las curiosidades de la investigación es que se vio que las hormigas que entraban en el carril tenían la tendencia de hacerlo por la izquierda, al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver nosotros.

Se espera que este hallazgo nos dé algunas de las claves necesarias para mejorar la afluencia en las
carreteras, de modo que en un futuro dejen de suponer un problema para los usuarios de automóviles. Tal vez gracias a la sabiduría de estos asombrosos insectos llegue el momento en que ver la autopista llena de coches nos alegre el día, en lugar de hacernos soltar suspiros de impaciencia.