Me gustaría discutir la parte más interesante del anuncio: acusación de que «copio» el trabajo de otros artistas y lo declaro “innovación”. Muchas de las obras que hacen los artistas se parecen superficialmente a las de otros artistas. Esto ha sido así a lo largo de la historia del arte. Las obras individuales siempre pueden resultar similares a otras obras individuales. A menos que se compare la totalidad del trabajo de cada uno de los artistas, no puede decirse que el trabajo sea el mismo. Se han hecho comparaciones entre Manzoni y Ryman, porque ambos hicieron pinturas blancas; entre Beuys y Morris, porque los dos usaban fieltro; entre Ulrich y Bochner, porque usaban medidas, y así muchos otros. Los que hacen tales comparaciones no conocen el trabajo de estos artistas y operan en el nivel del vulgar cotilleo. No hay que tomarlos en serio. Es una idea romántica patéticamente anticuada la de que los artistas “reales” emergen completamente formados, sin antecedentes rastreables. Lo absurdo de esta creencia es evidente y, sin embargo, hay artistas que lo piensan de sí mismos.
Me parece que las ideas, una vez expresadas, pasan a ser propiedad de todos. No sirven si no se usan, nadie se las puede robar, se regalan. Las ideas del arte se convierten en el vocabulario del arte, que otros artistas pueden usar para formar sus propias ideas (aunque inconscientemente).
Mi arte no es de invención formal; las formas que uso no son más que portadoras de contenido. Todo el arte que admiro (e incluso el arte que no admiro) me influye.
Todo eso forma parte de la historia del arte y de mi proceso de pensamiento una vez que lo asimilo. El arte que importa es el que investiga ideas a fondo, no quién hizo qué primero. Los artistas que no entienden esto están tentados a prerregistrar su trabajo, una actividad que parece pedir a gritos una nota al pie en la historia del arte.
Uno pensaría que la idea que de ahí se desprende acerca de la “vanguardia”, un producto de la misma mentalidad, ya habría sido descartada. No creo que la mayoría de los artistas la tome en serio, sólo los críticos que buscan estar a la última moda en arte y que quieren convertirse en descubridores de nuevos movimientos. Para ellos los artistas son su medio. Uno debe resistirse a que lo usen así. Después de todo, un artista está en la “avanzada” sólo una vez y no puede andar saltando de una idea a otra, simplemente para volver a la primera línea. Necesita establecerse en algún punto para hacer su arte. Mi propio trabajo de los últimos diez años trata de una sola cosa: proposiciones lógicas que toman elementos formales como su gramática. No soy el primer artista ni seré el último en trabajar con esta idea. Si en mi obra hay ideas que interesen a otros artistas, espero que las usen. Si alguien toma prestado algo de mí, me hace más rico, no más pobre. Si tomo algo prestado de los demás, los hago más ricos a ellos, pero no más pobre a mí. Creo que nosotros, los artistas, conformamos una comunidad que comparte el mismo idioma. Debido a esto, puede haber desacuerdos, pero es triste observar que dueños de galerías hagan entrar en conflicto a artistas sólo para sacarle provecho a la polémica.
Aquellos que entienden el arte sólo en términos de apariencia, no suelen entender mucho de cualquier modo. El aspecto de una obra es a menudo engañoso. El arte enfatiza el contenido (como el mío) no puede verse ni entenderse en un contexto formal. Ésta es una diferencia enorme y crucial. No puede decirse que lo que se ve igual sea igual. Para comprender el arte de nuestro tiempo hay que ir más allá de las apariencias. Espero que éste sea el último anuncio injurioso que se publica en Flash Art, que se ha vuelto un verdadero foro para los artistas. Siempre se pueden encontrar artículos interesantes en Flash Art porque los textos están escritos en su mayoría por artistas y no por críticos de arte, que intentarán interponer sus ideas entre las de los artistas y las del lector. Quiero agradecer al Sr. Politi la oportunidad de responder a este ataque estúpido y feroz.
Sol LeWitt
«Comentario sobre un anuncio
publicado en Flash Art, abril de 1973″
Escritos
Traducción: María Minera
Editorial: Alias
Foto: Sol LeWitt, Nueva York, Agosto de 1969.
© Jack Robinson/Hulton Archive/Getty Images