Este año me propuse ver American Idol, toda una experiencia nueva para mí ya que, a pesar de seguir Operación Triunfo y The X Factor, me iba a encontrar con el hermano mayor de la familia musical. Sus castings fueron bastante dinámicos y divertidos, planteados de una forma totalmente distinta a lo que sucede aquí (además de contar con un juez invitado en cada ciudad). Y es que si hay algo que elogiar a nuestros primos del otro lado del Atlántico es su savoir faire en cuanto a espectáculo; dramatismo a borbotones, frikis por doquier, un jurado como Dios manda y buenas voces. ¿Quién no se resiste a dicha fórmula?
Después de recorrernos América de una costa a otra y de norte a sur, el jurado eligió a sus 24 aspirantes a ser el próximo ídolo americano: 12 idolitas y 12 idolitos. Y ya que ayer fue la gala de las chicas, me centraré en ellas.
Antes de nada quiero deciros que una de mis favoritas, Shelby, se quedó a las puertas de formar parte del Top 12 de las chicas.
De las 12 chicas elegidas, el jueves dos de ellas dirán adiós a su particular sueño americano, ya que durante las tres primeras semanas de concurso irán siendo expulsados 2 concursantes de cada sexo: los que menos votos reciban.
De estas 12 participantes, tengo tres favoritas, que lo fueron desde el primer momento que las ví cantar en sus castings. Son Didi Benami, Haeley Vaughn y Katie Stevens.