La reciente apuesta de Quim Torra por la guerra civil en Cataluña no es una sorpresa, sino la brutal consecuencia de una locura de las izquierdas españolas, que están asesinando poco a poco el perdón y la reconciliación que la mayoría de los españoles quisieron instaurar tras la muerte de Franco. La Transición del Franquismo a la democracia fue, en términos generales, un fracaso porque en lugar de una democracia creó una sucia dictadura de partidos, corrupta e ineficaz, que ha llevado a España hasta la situación actual, la de un país debilitado, sin peso internacional, corrompido, injusto y al borde de la ruptura. Sin embargo, hubo algo que la Transición logró de manera brillante: la reconciliación nacional y el deseo colectivo de olvidar la guerra civil y sus muertos, de uno y otro bando, para construir juntos un nuevo país, próspero, fuerte, unido y en paz. ---
Pero ese espíritu de la Transición está siendo dinamitado, de manera irresponsable, por las izquierdas españolas y los nacionalistas extremos, presos todos ellos de un malvado y demencial deseo de venganza. La ley de Memoria Histórica que aprobó el socialista Zapatero y que el cobarde Rajoy no tuvo el valor de derogar fue la primera muestra de ese espíritu de destrucción que hoy está cambiando España y llevándola, de nuevo, hacia el enfrentamiento civil.
Los impulsores de esa ola de revancha y odio a los que ganaron la guerra se manifiestan en las calles y plazas, donde los nombres de las calles y los monumentos de los franquistas están siendo borrados o demolidos, y está a punto de manifestarse también al desenterrar el féretro de Francisco Franco y trasladarlo desde el Valle de los Caídos a otro lugar.
Ese brutal espíritu, que niega el perdón y la reconciliación para abrir las puertas a la guerra, tiene a sus máximos promotores en Unidos Podemos, una formación que ha conseguido infiltrar y contaminar al PSOE, que fue un partido que apostó claramente por el perdón y el olvido en los primeros años de la Transición.
Lo cierto es que España está avanzando hoy hacia la locura, una ruta suicida emprendida bajo la responsabilidad exclusiva de las izquierdas.
La verdad es que no tenemos derecho a romper el maravilloso espíritu de perdón y concordia que se creó en la Transición, un espíritu hoy destrozado por la bajeza y miseria moral y humana de las izquierdas revanchistas españolas, obra conjunta y miserable del PSOE, Unidos Podemos y nacionalistas que odian a España.
En el vídeo que publico para ilustrar este artículo puede apreciarse toda la grandeza que tuvo aquel espíritu de reconciliación y perdón que hoy está siendo asesinado por gente miserable.
Francisco Rubiales