Y es que Celeste es joven, y es hermosa, y tiene un marido, Ford, que es policía y tan hermoso como ella. Ambos forman una pareja perfecta, pero sólo sobre el papel; pues, mientras se satisface en silencio, Celeste adopta precauciones para que Ford no la toque. La explicación que nos da de este hecho desconcertante es muy clara, y más perturbadora aún: «Me lleva muy pocos años, puesto que yo tengo veintiséis y él treinta y uno.
Pero supera en más o menos diecisiete años la edad que acapara todo mi interés sexual.» He aquí la granada que estalla en la primera página de una novela tan inquietante como directa; una novela que se complica cuando en la escuela, en medio de un ecosistema repleto de hombres lascivos y grotescos y mujeres neuróticas y desequilibradas, la profesora escoge al joven destinado a aplacar sus deseos. Jack Patrick, delgado, aniñado, cohibido: el prototipo exacto de la lujuria para Celeste. La lujuria que tomará pronto la forma de encuentros apasionados en coches, en hostales y hasta en la casa de Jack; y que, con la irrupción de Buck, el patán grosero de mirada rijosa que el muchacho tiene por padre, cuyo interés por Celeste resulta más que obvio, empieza a enfrentarse a riesgos cada vez mayores que precipitarán una trama de tensión creciente y probada capacidad adictiva.
Y es que Las lecciones peligrosas no puede soltarse pese a su agresividad frontal: la de enfrentarnos con una voz en primera persona tan explícita como amoral, que obliga a recalibrar nuestra empatía y presunciones genéricas a medida que rechaza las coartadas, las explicaciones, la culpabilidad. Una voz que sazona su capacidad de escándalo con un tono repleto de agudeza y sarcasmo, de un humor satírico, incómodo y rabioso: la de Alissa Nutting, que le ha servido para desencadenar una polémica en su país de origen avalada por una solvencia literaria a prueba de bomba. «Valiente y maravillosamente escrita; una mirada provocativa a un tema tabú» (Irvine Welsh). «Una carrera salvaje: sexy, rápida y terrorífica, el contrapunto perfecto de Lolita. En comparación, Humbert Humbert resulta de lo más manso. ¡Nadie debería saber hasta qué punto te ha gustado!» (David Vann). «Te cautiva y seduce, introduciéndote en la mente desprovista de remordimientos de su protagonista femenina, y luego gira el cuchillo deslizándose incómodamente cerca de tu propia oscuridad interior. Encierra a tus hijos» (Viv Albertine, cantante de The Slits). «Impecablemente escrita, llena de observaciones culturales inteligentes y plagada de dosis considerables de ingenio. Las lecciones peligrosas es mucho más que el ruido que la rodea, y más significativa que las palabras clave con las que inevitablemente se la definirá» (The Daily Beast).
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