Esta libélula de tamaño medio habita preferentemente cerca de aguas estancadas, donde se ve con frecuencia volando de un sitio a otro, en especial los machos que se apartan poco de las masas de agua. Entre vuelo y vuelo de vez en cuando se posan en la vegetación acuática.
Las primeras pueden aparecer en julio, pero no es hasta septiembre y octubre cuando alcanzan su máximo, este otoño han sido especialmente abundantes. Aguantarán hasta noviembre y si el otoño es benigno alguna podría verse en diciembre.
En el segundo caso se encuentra una de nuestras libélulas rojas, Sympetrum striolatum. Si bien las primeras se observan ya en mayo, en otoño esta especie se torna especialmente frecuente. Su actividad además en esta época es frenética y se ven muchas parejas en tándem y ovopositando.
Es el odonato que tiene un más amplio periodo de vuelo, y si el invierno no llega muy frío se puede ver hasta los primeros días de enero, marcando el fin de la temporada para estos insectos en el concejo.
Todas las fotos se hicieron en el entorno de las charcas de Xagó.