Durante el estudio se han identificado cuatro anticuerpos neutralizantes de las llamas que se dirigen a las zonas afectadas por el virus y se unen con las células, ayudando al organismo a luchar contra la enfermedad. El descubrimiento representa una nueva etapa en el desarrollo de las vacunas frente al virus, ya que hasta ahora ningún otro anticuerpo ha logrado hacer algo parecido. Lo más importante es la perspectiva de poder realizar la prevención y tratamiento contra los virus, que hasta ahora se consideraba algo imposible.
Los investigadores admiten que todavía quedan muchos aspectos por investigar, pero sostienen que el descubrimiento no deja de ser importante, ya que podría ser aplicado en el futuro en los seres humanos.