De nuevo tras una conversación el mismo problema, ese que aflora en muchas tertulias entre masones en sueños. Se trata de la presencia de los fundadores de la logia como una sombra siempre presente y de la que dependen todos de alguna manera.
¿Por qué la masonería genera éste problema y por qué se produce esa relación de dependencia de una parte de los miembros de la logia con aquellos que la fundaron cuando éstos se empeñan en controlarla? Por otro lado no siempre es que sean controladores, sino que en ocasiones son los miembros de la logia los que le dan a los fundadores potestades que no les corresponden y éstos, acaban creyéndose imprescindibles.
El mes pasado levantamos las columnas de una nueva logia, la Luis María Navarro en los valles de Alicante. Gracias a que se ha producido la feliz circunstancia de coincidir un grupo de hh:. que estamos en una linea de pensamiento similar, que buscamos realizar un trabajo de pensamiento progresista, humanista, laicista, comprometido con el progreso humano. Es una logia que tiene pues un carácter propio. Y por supuesto querremos que en el futuro se mantenga ese carácter, posiblemente a todas las logias que empiezan con un carácter y vocación definida les pase lo mismo. Y éste es el primer peligro para un taller, la percepción a futuro de que ese carácter pueda variar. Ese temor es que puede producir el celo excesivo por parte de los fundadores.
Me pregunto si seremos capaces una vez consolidado el taller, de permitirle emanciparse de nosotros. Espero que si.