Una madre desarrolla un vinculo único desde el momento en el que se entera que está esperando a su bebé, lo cierto es que ese lazo es mucho más fuerte que lo que de por sí se sabe, ya que en una reciente afirmación se indica que los dolores que sufren los bebés prematuros desaparecen cuando se encuentran con su mamá.
Los bebés prematuros sufren grandes dolores pero el alivio llega cuando se encuentran en los brazos maternos, mucho más que en los brazos paternos según un estudio que se realizó mientras se le extraía sangre a un grupo de pequeños prematuros en un hospital.
Encontrarse en un abrazo protector le brinda al bebé una seguridad y confort que lo ayuda a relajarse y no sentir tanto dolor cuando se le realiza un pinchazo en el talón para sacarle sangre, de igual forma en todos los estudios invasivos a los que éstos niños son sometidos por su salud.
El estudio se basó en controlar el denominado “efecto canguro” en cada una de las expresiones y manifestaciones de dolor del bebé, en cada prueba un adulto sostenía al niño en pañales sobre su pecho con una manta que los cubría a ambos.
El doctor Larry Gray, pediatra del Hospital de Niños Comer, de la University of Chicago, opina aún sin haber estado en el estudio, lo siguiente:
“Existe una gran diferencia entre la extracción de sangre a un bebé solo, dentro de la incubadora, y cuando la madre o el padre lo sostiene durante el procedimiento”…”Realmente funciona”.
Los análisis se realizaron por el equipo de investigación de C. Celeste Johnston, de la Escuela de Enfermería de la McGill University, en Montreal, sobre un total de 62 bebés prematuros de la unidad de terapia intensiva neonatal a los que era necesario realizarles varias extracciones de sangre.
En cada procedimiento se le indicó a los padres y a las madres que sostuvieran a su bebé de forma alternada con la técnica canguro, y se filmó la cara de cada uno de los pequeños durante y después de la extracción para analizar luego las expresiones de dolor claves como fruncir la nariz y los labios o apretar los ojos.
El dolor en los niños se midió en una escala del 0 al 21, cuando el cuidado lo hacían los padres el nivel de dolor se indicaba entre 8.5 y 8.6 en 30 segundos y 1 minuto luego de la extracción mientras que cuando las madres sostenían a sus niños el nivel era entre 1.4 y 1.5 puntos más bajos en esos intervalos, sin diferencia a partir del minuto.
El equipo confirmó:
“Esto respalda la hipótesis de que hay algo único en el confort que brinda el contacto materno que supera el de cualquier otro cuidador adulto”…”El bebé percibiría la diferencia con el físico masculino, en especial el pecho, como algo que no es del cuidador natural”.
Gray concluyó:
“el confort que brinda la madre o el padre es mejor que ningún cuidado canguro, hasta las madres con poca experiencia lo harían mejor que los padres”.