Durante todo este tiempo, se ha demostrado que a los niños se les ha considerado como ciudadanos de segunda pero aún hay un grupo más perjudicado que ellos, las MADRES.
Sí, las madres somos las grandes perjudicadas de la pandemia.
Durante el confinamiento, LAS MUJERES, sobre todo madres, resultamos más vulnerable a la ansiedad, la depresión y al estrés postraumático. ¿POR QUÉ? ¿somos MENTALMENTE MÁS DÉBILES? o tal vez ¿somos MÁS HISTÉRICAS?...
¿Por qué las madres somos las mayores perjudicadas del confinamiento?
Las madres somos las grandes perjudicadas de la pandemia porque teletrabajamos, nos encargamos de las tareas de la casa y además nos ocupamos de los niños. Y todo esto con una sonrisa en la cara, claro, no vaya a ser que nos quejemos de vicio... ¡¡Manda narices!!
El TELETRABAJO, como idea sobre el papel está muy bien, tienes flexibilidad para conciliar y más tiempo para otras tareas, pero la realidad es muy distinta, a la hora de la verdad dedicas al trabajo más horas de las que hacías cuando ibas a la oficina, aún incluyendo el tiempo que tardábamos en ir y llegar a casa.
Al final, muchos días acabas levantándote antes o incluso acostándote más tarde, para poder rascar unas horas y terminar temas pendientes profesionales que no te han dado tiempo a hacer.
Pero... ¿POR QUÉ NO TE HA DADO TIEMPO A HACER TU TRABAJO? ¿Por qué NO ERES 100% PRODUCTIVA? ¿por qué has bajado el rendimiento?
Seguro que no llegas a todo porque no te organizas bien, te distraes con tonterías, no te centras en lo que tienes que hacer o aprovechas que tu jefe no te ve para escaquearte del trabajo...
O realmente lo que sucede es que TIENES HIJOS, a los que hay que prestarles atención, prepararles el desayuno, ayudarles con los deberes, jugar con ellos, cambiarles de ropa, cuidarles, estar pendientes de que no la líen por la casa, interactuar con ellos, llevarles a la calle, etc.
Esos hijos que o bien son pequeños y reclaman tu atención constantemente o son un poco más mayores y tienen una cantidad inhumana de deberes, los cuales tienes que explicar y corregir. Niños a los que tienes y debes hacerles caso, porque no es sano (además, si lo haces luego te sientes mal) tenerles casi todo el día con dibujos o con la tablet para que se entretengan y puedas hacer otras cosas. Y cuanto menos caso les hagas, más llamarán la atención. "Mamá, me hago pis". "Mamá, mira esto". "Mamá, ¿juegas conmigo?". "Mamá, Mamaaaaaaaaaaá".
Y por si esto fuera poco, también tienes que encargarte de las TAREAS DE LA CASA como hacer las camas, dejar todo medianamente recogido, hacer la comida, poner lavadoras, poner lavavajillas, sacar lavadoras, sacar lavavajillas, barrer, tender o poner la secadora, planchar la ropa, limpiar los baños, hacer la compra...
¡Eh! espera, que aún falta por hacer las COSAS QUE ESTÁN PENDIENTES, esas que tienes en la cabeza sin dejar de dar vueltas hasta que te encargas de ellas como pasar la ITV del coche sin que se te pase la fecha, comprarle a tu hijo pequeño un par de zapatillas porque ya se le han quedado pequeñas, comprarle al mayor pijamas, llamar al seguro del Hogar porque tienen que venir a arreglar la humedad de la cocina que lleva semanas, preguntar en el centro de salud cuando pueden vacunar a tu hijo porque le tocaba al principio de la pandemia, comprar una bombilla para la lámpara del salón porque lleva tiempo fundida...
Y puedes contar con la colaboración de tu pareja, pero seamos sinceras, todo esto, en mayor medida, recae sobre las madres, las más perjudicadas de la pandemia.
¿Y dónde está el tiempo para NOSOTRAS MISMAS? ¿QUÉ TIEMPO?? Si NO NOS LLEGA ni para la mitad de lo que tenemos que hacer en el día... al final usamos los fines de semana para lo que no son y a tirar pa´lante, porque los días pasan y hay mil cosas que hacer.
Es triste pero cierto, las madres somos las más perjudicadas, aunque algunas no trabajemos, tengamos solo un hijo o tres, seamos madres solteras o divorciadas... esto solo variará el grado de saturación pero no quitará que estamos DESBORDADAS con toda esta situación.